Barcelona,
Tras una década de ausencia en Barcelona, Dis Berlin abre, el próximo 14 de septiembre, la temporada expositiva en la Sala Parés. Cuarenta de sus pinturas y una instalación escultórica, todas ellas realizadas en los últimos años, podrán verse en la muestra “Laberinto de soledades”, que, en la estela conceptual de las recientes exhibiciones de este autor en Madrid, explora las posibilidades de construcción de enigmas en la pintura a partir de ciertos juegos de dualidades, entre conceptos como el silencio y la música o la ausencia y la presencia.
La exploración de combinaciones de nociones discordantes es, en realidad, una nota común a la mayor parte de la producción de este artista soriano, originalmente llamado Mariano Carrera (adoptó el sobrenombre de Dis Berlin a partir de una canción de Roxy Music). Lo sagrado y lo profano, lo terrenal y lo etéreo, lo sensual y lo espiritual flotan en composiciones en las que los objetos adquieren cualidades voluptuosas, las nubes y las flores sugieren carnalidad y las luces parecen contener la promesa de revelaciones que el espectador habrá de intuir o perseguir.
Enlaza el mismo pintor esta exposición catalana con “Canciones y silencios”, que en 2019 presentó en la Galería Guillermo de Osma de Madrid y que planteaba un equilibrio entre la letra-dibujo y la música-color; su multiplicidad tonal podía relacionarse con una diversidad de musas: Ahora con el título de “Laberinto de soledades” sigo explorando, a la búsqueda de nuevos misterios, en regiones donde la poesía, la música y el silencio siguen siendo los principales protagonistas. Con pasos lentos, destilados capa a capa, han nacido estos cuadros, destinados no para la mirada, sino para la contemplación.
Encontraremos en estas nuevas composiciones recursos ligados al collage y al fotomontaje, no tanto como técnicas sino como conceptos que permiten la aproximación entre lo soñado y lo real; es posible conectar alguno de sus trabajos con los mensajes ocultos que proliferan en ciertas piezas de Picabia, los hombres máquina de Hausmann, la ironía de Hannah Höch o la devoción por el misterio de Man Ray. En su caso al servicio del enigma, que para Dis Berlin es a la vez camino y desenlace, encontraremos a su vez múltiples referencias plásticas, musicales, cinéfilas, literarias, conceptuales y objetuales en estrecha conjunción, componiendo puzzles que desafían intencionadamente lo que la vida cotidiana tiene de rutinario y trillado: otra existencia, ahora desconocida, puede ser evocada.
Entre esas cuatro decenas de lienzos que integrarán “Laberinto de soledades” destacan los bodegones, difícilmente esta vez naturalezas muertas: sus elementos parecen palpitar con energía y emoción y recortarse nítidamente sobre fondos animados que podrían recordarnos las películas de Disney. Son fruto, como el conjunto de las pinturas de Berlin, de procesos lentos: tras la ideación, trabaja en capas de pintura ejecutadas entre lapsos de tiempo muy pensados para permitir reposar el óleo y analizar cómo los colores se asientan y evolucionan. Así puede el artista estudiar las posibles transformaciones cromáticas que alterarían el resultado final: además del fauvismo, le han interesado las teorías del color desarrolladas por los nabis y por las primeras vanguardias.
Como dijimos, en la Sala Parés podremos contemplar también una instalación escultórica, aunque quizá sea más apropiado referirnos a esta obra como una escenografía: se trata de una suerte de ajedrez compuesto por estructuras modulares abstracto-geométricas que remiten a Lewis Carroll y Alicia en el país de las maravillas y que generan una atmósfera favorable a la introspección, por más que forma y color sean sus componentes esenciales. Berlin continúa, por tanto, desarrollando su producción al margen de corrientes dominantes: autodidacta, y amante de la música, el cine y la literatura, ha basado su trabajo en la figuración y cíclicamente en la abstracción, tanto en la pintura como en la escultura. Entre sus temas recurrentes se encuentran la mujer, el cielo, Wonderland, el Homo Sapiens, la metafísica, el paraíso o la metamorfosis continua de las formas.
Dis Berlin. “Laberinto de soledades”
c/ Petritxol, 5
Barcelona
Del 14 de septiembre al 21 de octubre de 2023
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