Alicante,

El año pasado se conmemoró el centenario del nacimiento en Onil (Alicante) de Eusebio Sempere, una de las figuras fundamentales del arte cinético en nuestro país, que basó su poética en la luz y el color y que cultivó una creación, en palabras del crítico Aguilera Cerni, con múltiples derivadas: Es un arte a la vez concreto, poético, lógico e incluso, urbanístico.

Autor de acuarelas, gouaches, relieves luminosos, collages, pinturas, móviles, esculturas y proyectos interdisciplinares, viajó dos veces a París y ambas supusieron un punto de inflexión en su trayectoria: en la primera, en 1948-1949 y con el apoyo del Sindicato Español Universitario, trabajó en composiciones que se inclinaban a lo abstracto sin alcanzar plenamente la ausencia de figuración reconocible, bajo la influencia de Mondrian, Matisse, Kandinsky o Braque, a quienes visitaba en sus talleres. En aquel tiempo, además, coincidió en la capital francesa con autores españoles como Chillida o Palazuelo.

No mucho más tarde, en 1950 y tras un periodo en Valencia donde no logró el visto bueno de la crítica, regresó a su refugio galo. En esa segunda fase parisina, el contacto con Auguste Herbin, Josef Albers, Sonia Delaunay o la artista cubana Loló Soldevilla lo llevó a distanciarse definitivamente de los motivos reconocibles, centrándose en una abstracción que en sus trabajos sería cada vez más pura y más hondamente basada en la geometría: llevó a cabo dibujos sintéticos, estructuras con dos o más planos superpuestos, a modo de celosías, y también composiciones lineales ejecutadas sobre papel o a través del collage, el relieve y el óleo. Estas obras se han interpretado como un avance de los móviles y otras esculturas cinéticas que más tarde, a partir de los sesenta, empezó a producir en metal.

Participó, asimismo, en diversas ediciones del Salon des réalités nouvelles, espacio donde, en 1955, mostró relieves luminosos móviles y un manifiesto en el que hacía referencia a la luz como elemento con el que construir un diálogo poético a través del tiempo. Esas piezas, claramente cinéticas, las exhibió en el mismo año en que tuvo lugar la que se considera exposición inaugural de esa corriente: “Le mouvement”, en la Galería Denise René.

Ante las dificultades de la vida en París, e interesado por el avance de las vanguardias en nuestro país, regresó a Madrid al iniciarse el año 1960, en la época de mayor auge de nuestro informalismo. Se vinculó al Grupo Parpalló, promovido por el mencionado Aguilera Cerni para conectar la creación artística valenciana con el panorama internacional, tras la interrupción causada por la Guerra Civil, y se sumó, también de su mano, a la Primera exposición conjunta de arte normativo español y, a continuación, a la trigésima Bienal de Venecia (1960) y a la sexta de São Paulo (1961). Dos años más tarde, en 1963, una beca de la Fundación Ford le permitió viajar por Estados Unidos, donde expuso en 1964 y 1966 en la sala Bertha Schaefer de Nueva York, además de participar en colectivas en el MoMA; en este tiempo, Juana Mordó lo representaba en España y le dedicó una retrospectiva en 1965. Fernando Zóbel lo incluyó, igualmente, en la inauguración del Museo de Arte Abstracto Español de Cuenca, en 1966.

En esos años, tanto sus esculturas como sus pinturas evolucionaron hacia el apogeo de la geometría, el cinetismo y el arte óptico, conforme a un estilo claramente identificable. Sus procesos de trabajo eran siempre meticulosos y elaboraba línea por línea, atendiendo a una regla personal y bien conocida de desarrollar superficies sutiles y poéticas, pero a la vez contundentes y ricas, en las que la interacción de la línea y el color con la luz resultara vital; abordaba el autor alicantino sus esculturas como pinturas en tres dimensiones.

Eusebio Sempere. Aprender el oficio de pintor. MACA. Museo de Arte Contemporáneo de Alicante
Eusebio Sempere. Aprender el oficio de pintor. MACA. Museo de Arte Contemporáneo de Alicante

El Museo de Arte Contemporáneo de Alicante. MACA profundizará en los próximos meses en la vertiente menos difundida de la trayectoria del artista a través de dos exposiciones en las que se ha concedido un rol importante a la documentación: veremos testimonios inéditos relativos a su infancia y juventud que ayudarán al espectador a saber más de sus comienzos. Se trata de “Eusebio Sempere. Aprender el oficio de pintor” y “Eusebio Sempere, Abel Martín. La serigrafia: arte y mucho oficio” y en su organización han participado el Ayuntamiento Alicante y la Dirección General de Patrimonio Cultura de la Generalitat Valenciana, que estrenan etapa de colaboración.

Conviene recordar que este centro es uno de los más adecuados para ahondar en la figura del autor, dado que la donación que efectuó a la ciudad de Alicante de su colección es el germen de los fondos del MACA; son, ambas, exhibiciones de pequeño formato que aportan información valiosa respecto al contexto familiar, social, político o estético en el que se movió y respecto a los lazos, creativos y amistosos, que mantuvo con creadores de su generación.

“Eusebio Sempere. Aprender el oficio de pintor” recuerda cómo su vocación artística fue temprana: asistió a clases nocturnas en la Escuela de Artes y Oficios de Valencia antes de acudir a su Escuela de Bellas Artes de San Carlos, donde se formó en modelado, dibujo, anatomía, perspectiva cómica y procedimientos pictóricos, con buen aprovechamiento a juzgar por los trabajos que nos han llegado de esos años, que sin embargo fueron para él, según expresó, frustrantes y anodinos, entre otras razones por ofrecerse a Sorolla como modelo único a seguir.

Aprendió, de la mano de Alfons Roig, que le dio clase de Liturgia y cultura cristiana, algunos fundamentos del arte moderno, y de Ernest Furió, que impartía grabado calcográfico, la técnica del aguafuerte y la punta seca; en su primera obra gráfica ya es posible apreciar volúmenes bien trabajados y luces y sombras manejados con soltura.

Eusebio Sempere. Aprender el oficio de pintor. MACA. Museo de Arte Contemporáneo de Alicante
Eusebio Sempere. Aprender el oficio de pintor. MACA. Museo de Arte Contemporáneo de Alicante

En cuanto a “Eusebio Sempere y Abel Martín. La serigrafía: arte y mucho oficio”, nos traslada ya a París, donde ambos autores se adiestraron en esa técnica de la serigrafía junto al cubano Wifredo Arcay. A su regreso a España, abrieron un taller desde el que divulgar estos procedimientos, convencidos los dos de que las piezas múltiples merecían una consideración crítica no menor respecto a las obras originales y de que podían facilitar la difusión del arte entre el gran público. El de Onil llevó a cabo dos centenares de serigrafías que estamparía Martin y que se estructuraron en series, siendo editadas en carpetas o sueltas y, en algún caso, acompañadas de textos literarios.

Veremos en el MACA la serie original Oval, datada en 1981 y realizada por Sempere con propósito didáctico en 1981, además de otros dos conjuntos de serigrafías fechados en la segunda mitad de los setenta, un retrato al carboncillo de Abel Martín ejecutado por el propio Sempere en 1973 y un móvil del turolense. También ha reunido este centro alicantino una pantalla original empleada para estampar algún grabado de este tipo entre los que integran la publicación Lucio, con reproducciones de trabajos de Lucio Muñoz a cargo de estos artistas, postales que intercambiaron con otros creadores o fotografías que les tomaron en el Budd Estudio de Nueva York.

Eusebio Sempere y Abel Martín. La serigrafía: arte y mucho oficio. Museo de Arte Contemporáneo de Alicante
Eusebio Sempere y Abel Martín. La serigrafía: arte y mucho oficio. Museo de Arte Contemporáneo de Alicante

 

 

 

 

“Eusebio Sempere y Abel Martín. La serigrafía: arte y mucho oficio”

“Eusebio Sempere. Aprender el oficio de pintor”

MACA. MUSEO DE ARTE CONTEMPORÁNEO DE ALICANTE

Plaza de Santa María, 3

Alicante

Desde el 4 de marzo a otoño de 2024

 

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