Pesarraigo,
explotación, sincero cariño y humor son algunos de los sentimientos que
recorren las páginas de “LIMPIA”, la segunda novela de la premiada escritora
nacional Alia Trabucco Zerán, que ahora es llevada a la escena teatral.

Luego
de su primera temporada a tablero vuelto en el Teatro Nacional Chileno
-coproductor del montaje junto a la Fundación Teatro a Mil-, la obra tendrá una
segunda temporada en Teatro La Memoria. 

El
montaje, que cuenta con la puesta en escena de Alfredo Castro y un elenco
conformado por Paola Giannini, Taira Court, Álvaro Espinoza, Teresita Ríos,
Djure Gasic y Benjamín Muñoz, tendrá funciones entre el 8 de mayo y el 1 de
junio.
Teatro La Memoria cuenta con el financiamiento del Ministerio de las Culturas,
las Artes y el Patrimonio a través de su Programa de Apoyo a Organizaciones
Culturales Colaboradoras. 

En
“Limpia”, Alfredo Castro explora en la brecha social desde la voz de una
empleada doméstica. Estela, una mujer campesina proveniente de una zona rural
de Chiloé, es interrogada tras la muerte de la niña a quien cuidaba en la casa
de una familia del barrio alto de Santiago.

Dentro
de una cámara Gesell, sala espejada donde se realizan interrogatorios
judiciales y/o psiquiátricos, ella relata sus últimos siete años como empleada
doméstica puertas adentro en esta casa donde vela por la vida de la niña y de
sus patrones. 

“Como
ha sucedido históricamente durante décadas en nuestro país, estas jóvenes que
migran a la capital en busca de mejores condiciones laborales son prácticamente
secuestradas de su realidad e identidad. Se trata de una deportación
territorial y social ligada a la esclavitud, al maltrato, al abuso laboral y la
explotación”, explica el director. 

Poco
a poco se van revelando conflictos de clase y género en la
convivencia de Estela con esta familia acomodada.

Ella
se ve enfrentada a este otro mundo, a una cotidianidad en casa ajena, una
especie de “semi-esclavitud”, en palabras de Paola Giannini: “En este relato
iremos entrando en sus emociones, recuerdos, relaciones y escucharemos la
historia de esta mujer que llega a vivir para otros dejando su vida postergada
en función de su trabajo”. 

Sospechosa
de la muerte de la niña, en su delirante huida Estela se ve envuelta en el
estallido social de 2019. Invadida por un ánimo de solidaridad de clase, en un
rapto somático de ira, lanza una piedra, como manifestación de su propia
protesta y frustración. 

Entonces
es golpeada brutalmente y capturada por las fuerzas policiales. Desde este
lugar de reclusión, ella narrará la historia de “Limpia”. “Es un thriller, pero
con estructura de tragedia griega, con cuota de humor. Algo muy entusiasmante”,
agrega el director. 

En
este paso de la literatura a lo teatral, surgen grandes turbulencias de sentido
y surgen también nuevas lecturas, pensamientos y emociones. Castro elige la
precariedad material en sus creaciones, entendiéndolo como una estética que
atesora una pertenencia a un imaginario barroco, exuberante y esplendoroso.

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