Luego de ofrecer un emocionante concierto
en uno de los puntos más significativos de la capital, la Orquesta Sinfónica
Nacional de Chile se trasladó al sur para volver a ser parte de las
tradicionales Semanas Musicales de Frutillar.

Bajo la batuta de su director titular,
maestro Rodolfo Saglimbeni, el conjunto regresa al tradicional encuentro
artístico con dos imperdibles programas, el martes 31 de enero y el jueves 2 de
febrero, ambos a las 19:00 horas en el Espacio Tronador del Teatro del Lago.

La primera presentación contempla el
Concierto para piano y orquesta de Witold Lutoslawski, con el destacado solista
del elenco, Luis Alberto Latorre, Premio a la Música Nacional Presidente de la
República 2016, en género Música Docta.

Escrito entre 1987 y 1988, fue estrenado
en agosto de ese último año por la Orquesta Sinfónica de la Radio Austríaca, en
el marco del reconocido Festival de Salzburgo. Bajo la dirección del propio
Lutoslawski, contó con el gran Krystian Zimmerman como solista, a quien precisamente
dedicó la obra, “para algunos, el más grande pianista del mundo”, comenta
Latorre.

“Es una obra de gran madurez”, dice y
añade que “tiene cuatro movimientos que se tocan encadenados, sin pausa. Es
tremendamente unitaria, donde todos los motivos se relacionan entre sí, y a la
vez de gran orquestación y de un piano tremendamente virtuoso, muy brillante,
dramático en algunos momentos, veloz también, así como algunos momentos
recitativos, muy intenso”, explica el destacado solista.

El programa lo completará la Suite “El
Lago de los Cisnes” Op. 20ª, de Piotr Ilich Tchaikovsky. Ballet compuesto entre
1875 y 1876 por encargo de Vladimir Begichev, director de los teatros
imperiales de Moscú y probablemente autor del libreto original.

Sin embargo, los testimonios de algunos
parientes del compositor afirman que este ya había compuesto un pequeño ballet
basado en la misma idea en 1871, donde aparecía el material musical principal
de la obra, el “tema del cisne”.

El argumento cuenta la historia de amor
entre el Príncipe Siegfried y la bella princesa encantada Odette, condenada a
convertirse en cisne todas las noches debido a un maleficio del malvado mago
Rothbart.

En tanto, el segundo concierto que
ofrecerá la orquesta – y que cerrará la versión 2023 de Semanas Musicales de
Frutillar – partirá con “Tramas discontinuas”, del compositor chileno Aliocha
Solovera.

 “Se
trata de una obra escrita en un lenguaje donde, a través de los sonidos
orquestales, se transmiten una especie de tejidos, de tramas musicales”, explica
el director Rodolfo Saglimbeni, añadiendo que posee “mucho impacto por sus
sonoridades, que es muy propio de la orquestación del maestro Solovera”.

Seguirá el Ballet “Mi madre la oca”, de
Maurice Ravel, una colección de piezas infantiles que el compositor escribió
para los hijos de unos amigos, inspirándose en algunos de sus cuentos
favoritos.

El programa culminará con Ludwig van
Beethoven y su Sinfonía No. 7 en La mayor, que comenzó a ser trabajada en 1811,
en la ciudad checa de Teplice, donde el compositor acudió en busca de salud y
la obra, fue terminada al año siguiente y fue dedicada al conde Moritz von
Fries.

El estreno se realizó en Viena el 8 de
diciembre de 1813, durante un concierto de caridad para los soldados heridos en
la batalla de Hanau y en el que se estrenó, además, La victoria de Wellington,
bajo la dirección del compositor.

La pieza recibió buena acogida y el
Allegretto tuvo que ser repetido. Desde entonces ha sido objeto de múltiples
interpretaciones que suelen tener un denominador común: ecos de marchas y
danzas, eventualmente de carnavales o festivales, es decir, la impulsividad
rítmica.

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