Aún resuena el error épico con el que Los Oscars cerraron su ceremonia número 89, otorgando por error el premio a mejor película a La La Land, cuando en realidad la estatuilla era para Moonlight, la pieza de Barry Jenkins.

La Academia de Artes y Ciencias Cinematográficas ya tiene identificados los nombres que están detrás del bochorno: Brian Cullinan y Martha Ruíz, los representantes de PricewaterhouseCoopers (PwC) que desfilaron por la alfombra roja llevando en sus manos los codiciados maletines donde transportan los sobres de los ganadores.

Nadie más, salvo Cullinan y Ruíz, sabían quiénes eran los ganadores de aquella noche. Por más de ocho décadas la consultora Pricewaterhouse Coopers ha trabajado en Los Oscars y ya es tradición que sus representantes son los encargados de entregar a los presentadores los sobres en los bastidores, antes de anunciar cada galardón.

Aparentemente, un imperdonable descuido de Cullinan fue lo que acarreó la confusión. Warren Beatty y Faye Dunaway entraron a escena con el sobre a mejor actriz (premio que ya se le había entregado a Emma Stone), en lugar del indicado.

Los rumores aseguran que La Academia está considerando seriamente seguir trabajando con PwC, por lo pronto, es oficial que Brian Cullinan y Martha Ruíz son personas no gratas en la ceremonia de los Oscars y ambos han sido vetados.

Cullinan tiene más de tres décadas de experiencia en este negocio y desde hace cuatro años trabajaba para los Oscars.

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