El escritor acaba de publicar Ciertos
chicos, novela ambientada en los 80 y protagonizada por dos jóvenes que, en
plena dictadura chilena, viven un romance vertiginoso.

Tomás Mena y Clemente Fabres provienen de
mundos distintos. Mientras el primero espera con ansías entrar a la universidad
para inaugurar una nueva etapa en su vida, el segundo, cuenta los minutos para
terminar la carrera, volver a Inglaterra y dejar atrás Chile.

 Es
1986 y Santiago se ha vuelto sofocante. El clima político lo ha teñido todo. En
ese escenario, Tomás y Clemente se persiguen. Se buscan en disquerías, en cines
y en fiestas under plagadas de personajes excéntricos.

En Ciertos chicos, Alberto Fuguet envuelve a los
lectores en el romance de dos jóvenes deseosos de encontrar su lugar en el
mundo. «A veces siento que [Ciertos chicos] es la novela donde llegan
todos los ríos de mis obras anteriores», asegura el autor.

«Por eso en este Santiago de 1986 no
solo aparecen personajes de otros libros y películas −para mí, son lo mismo−,
sino también algunas locaciones, etc. Y algunos personajes secundarios que
debutan aquí creo, siento, que estarán en otros libros por venir»,
cuenta. 

«Una novela, ahora recién lo
entiendo, es la creación de un mundo y conlleva demasiada energía,
demasiada tripa y recuerdos, no acepta que nadie se le interponga y utiliza
tanto la imaginación como la memoria. Es, a mí parecer, un formato
literario superior y aquel que provoca y seduce más, quizás por lo
inmersivo. Y, también, es el más complicado. No basta querer escribir. Se
convoca la memoria para que hable», comenta el escritor a propósito de su
regreso a este género.

Para el cineasta, retratar los años de
dictadura en esta ficción, lo hizo revisitar esa época desde otro punto de
vista.  «[Tomás y Clemente] usan su sensibilidad como forma de lucha,
digamos. Algunos creen que la ira y la rabia es la única forma de lucha.
Quererse, ser tierno, confiar, creer en el futuro, es una forma más fuerte
de luchar», menciona el autor. 

«Siempre he apostado por un cierto
tipo de personaje masculino levemente dañado, sensible, extraño, raro,
distinto. Da lo mismo su orientación o profesión, son el tipo de personajes que
me interesa y mi intuición me dice que se parecen a muchos que circulan por
ahí», agrega Fuguet.  

Vertiginosa y sexy. Tierna y
emotiva. Ciertos chicos es un hermoso homenaje a la movida
contracultural de los años 80, una carta de amor a la juventud y su rebeldía.
Un relato que nos muestra que incluso −y por profundamente poderosas− en
tiempos oscuros se puede amar, bailar, crear.

Alberto Fuguet (Santiago de Chile,
1963) es escritor y cineasta. Estudió periodismo en la Universidad de Chile.
Durante su carrera como periodista fue cronista, columnista y crítico de cine.

Ha publicado múltiples novelas, entre
ellas destacan: Mala onda, Tinta roja, Missing (una investigación),
Aeropuestos, No ficción y Sudor.

Es autor, además, de Cuentos reunidos, Enrique
Alekán, Apuntes autistas, Cinépata, Tránsitos, Todo no es
suficiente, Rebalsar la piscina mental, VHS (unas memorias) y Despachos
del fin del mundo.

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