Siete jóvenes de género masculino, menores
de 17 años, decidirán en escena resistir al mandato cultural que les impone ser
agresivos y fuertes.

Bajo la dirección Marco Layera y Carolina
de La Maza, y tras el éxito de “Paisajes para no colorear” (2018), vuelve “La
posibilidad de la ternura” (2023).

En escena, nuevamente un grupo de
adolescentes chilenos reflexiona sobre las violencias que el adultocentrismo
impone.

¿Qué es lo que nos frena a mostrar y pedir
afecto? ¿Qué pasa si no queremos cumplir con las exigencias que se nos imponen?
¿Qué nos prohíbe demostrar nuestra fragilidad? Sobre estas reflexiones se alza
este nuevo montaje de la compañía La Resentida que comparte las experiencias y
testimonios de adolescentes, centrándose en su diversidad, contradicciones y
prácticas.

“Nosotres fuimos intérpretes y también
creadores. El proceso significó abrirnos, conversar, empatizar con el otro,
hablar de lo que nos pasa, y a partir de nuestras experiencias, fuimos
conformado relatos, ficcionando e investigando. El ejercicio que hacemos es
subirnos al escenario y ser nosotres, no un personaje”, comenta, Dimitri
Bueno, uno de los intérpretes del montaje.

Los adolescentes irán abriendo sus
sentimientos colectivamente para contenerse unos a otros, embarcándose en la
construcción de su propia masculinidad, enfrentándose al miedo a ser marginados
y abriéndose a la posibilidad de manifestarse afecto libremente.

“Abordamos cómo nos sentimos vulnerables
por el simple hecho de no mostrar rudeza en situaciones donde socialmente
deberíamos mostrarla, donde nos da miedo mostrarnos frágiles, porque según la
sociedad eso no es normal en un niño o un hombre.

Principalmente nos cuestionamos por qué la
ternura tiene que ser sinónimo de debilidad”, explica el intérprete Leftraru
Valdivia.

En medio de un contexto en donde la
dominación del hombre no deja de imponerse mediante guerras y sistemáticas
violencias, la práctica de la ternura adquiere un poder revolucionario que
permite habitar otras formas de comprender la vida alejadas de la barbarie y
brutalidad.

 “¿Qué consecuencias hay ante una
sociedad que te violenta todo el tiempo, si decides actuar desde esa pulsión?
Creo que de esa forma la obra reivindica la ternura, haciéndola parte de un
espacio de lucha y resistencia constante”, agrega Dimitri.

El montaje es resultado de talleres y
audiciones con adolescentes que luego devino en un proceso de creación
colectiva a través de impulsos de escritura, improvisación y testimonios.

La obra, una producción GAM, se estrenó en
2023 Alemania y España, y tras su temporada en Chile volverá a Europa para
presentarse en Italia, Países Bajos, Portugal y Alemania.

Las funciones serán del 4 al 21 de abril;
jueves y sábado a las 20:30 horas y el domingo a las 17 horas. Tickets aquí

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