Un
violín y un chelo resuenan en uno de los pasillos de la Unidad del Paciente
Crítico Adulto (UPCA) de la Clínica Santa María. La música llena el espacio y
los profesionales de la salud se detienen sorprendidos, sacando sus teléfonos
celulares para capturar el momento.

Mientras
tanto, alguien abre la ventana de la habitación de uno de los pacientes. Con el
apoyo de dos enfermeras, el paciente se sienta al borde de la cama y comienza a
aplaudir suavemente.

Amelie
Arias, becada de la Orquesta Sinfónica Nacional Juvenil (OSNJ) y Giselle
Gonzales de la Orquesta Sinfónica Estudiantil Metropolitana (OSEM) de la
Fundación de Orquestas Infantiles y Juveniles (FOJI), interpretan
concentradas La Habanera de Carmen, Can Can y City of Stars de la película La
La land, entre otras piezas del breve concierto.

Ellas
son parte del Proyecto Músicos Solidarios que, por más de seis años,
ha llevado música a hospitales.

Constanza
Bustos, coordinadora del Programa de la FOJI, cuenta que la iniciativa tiene
como misión “llevar de regalo un pequeño concierto musical a quienes lo
necesitan, a quienes estén en una situación difícil o vulnerable. El programa
nació con un convenio con la Clínica Santa María y lleva más de seis años
realizando actividades”. 

“Es
un programa súper importante. Me gusta mucho venir para acá porque hay un
impacto inmediato en los pacientes que nos escuchan. Muchas veces hemos podido
presenciar cómo la música que tocamos los alegra inmediatamente. Los pacientes
que estaban durmiendo se animan a despertarse, a pararse de las camas, algunos
que están más solos se alegran mucho y agradecen un montón que estemos acá”,
agrega Constanza. 

Giselle
Gonzales (16) toca el violonchelo y cuenta que es la primera vez que
asiste a una actividad de Músicos Solidarios. “Participar de este programa para
mi es ser feliz viendo a gente siendo feliz. A mí me hace feliz tocar y hay
gente que le hace feliz escuchar”. 

Amelie
Arias (17), toca el violín y lleva varios años participando. “Para mí es
importante lo que estamos haciendo. Es súper entretenido cambiar el panorama,
pasar de cantar solo en teatros a un hospital. La gente se pone contenta”,
comenta.   

Después
de aplaudir, el paciente hace un gesto y pide una canción en especial. Aunque
no la tenía en el repertorio, Amelie se para en la ventana, lo saluda e
interpreta “Para amar” de los Prisioneros. Para la sorpresa de todos, el hombre
comenzó a balbucear la letra y a seguirla con sus palmas. 

Convenio con la Clínica Santa María

Marcela
Navarrete Arce, coordinadora de Programas Experiencia del Paciente de la
Clínica Santa María, expresa que “para nosotros como organización es sumamente
importante contar con iniciativas que favorezcan la recuperación y el bienestar
general de nuestros pacientes. Sin duda contar con las intervenciones del
Programa de Músicos Solidarios en UPCA ha sido un gran aporte, tanto para
pacientes como para colaboradores, brindando una instancia de relajación, distracción
y diversión a través de la interpretación de variadas piezas musicales. Es un
momento que ameniza el ambiente hospitalario y eso es muy bien recibido por
todos”. 

Para
todos los becados FOJI, el convenio con la Clínica Santa María, implica
una cobertura de accidentes a todo evento, lo cual significa un gran
respaldo para el resguardo de la salud de niños, niñas y jóvenes. 

Convenio con Corporación de Amigos del Hospital Roberto del Río 

“Ese
es el instrumento que toca Merlina Addams”, “¿por qué se ponen el violín en la
pera?”, “¿de qué está hecho el arco del violín?”, estas son algunos de los
comentarios y preguntas que aparecieron en el concierto didáctico que realizó
el Programa de Músicos Solidarios en el Hospital Sótero del Río, el pasado
miércoles 24 de abril, en el marco de su convenio de cooperación con la
Corporación de Amigos del Hospital Roberto del Río (COAR). 

COAR,
institución sin fines de lucro ha colaborado por más de 30 años en recursos que
van destinados a mejorar la calidad de vida hospitalaria de los niños y niñas
atendidos en el Hospital Roberto del Río, es uno de los establecimientos
pediátricos más antiguos de nuestro país que efectúa anualmente más de 200.000
atenciones hospitalarias, ambulatorias y de emergencia en los más
pequeños. 

“Con
COAR estamos en colaboración desde el año 2021. Comenzamos en pandemia y
participamos en la inauguración de su sala de entretenciones. Desde el 2022
estamos de forma presencial. Es súper bonito seguir trabajando con ellos porque
es un espacio que está especialmente diseñado para los niños que tienen que
esperar sus tratamientos ambulatorios en el Hospital Roberto del Río.

Lo
que hacemos es llevar a los músicos para que toquen en esa sala y después se
hace una dinámica donde los niños pueden hacer preguntas y son los mismos niños
de FOJI quienes contestan sus preguntas. A los niños les llama mucho la
atención ver a otros niños de su misma edad, y en el caso de los papás, de la
edad de sus hijos, que estén tocando instrumentos”. 

El
Programa de Músicos Solidarios también ha brindado su música en la Casa de
Acogida de COAR, ubicada en las proximidades del Hospital Roberto del Río. Esta
casa acoge a niños y familias procedentes de diversas regiones que necesitan un
alojamiento mientras reciben tratamientos médicos o se someten a exámenes. Para
este año 2024, se ha planificado un concierto mensual.

Amaya
Hidalgo (11), becada de la Orquesta Sinfónica Infantil Metropolitana (OSIM),
cuenta que su primera experiencia tocando en un hospital le pareció muy bonita
“porque es super bueno que podamos llevar la música a lugares en los que a
veces, las personas no tienen la mejor experiencia, donde tienen nerviosismo o
se asustan. Es bonito poder llevarles algo que les pueda alegrar”. Su momento
favorito fue cuando “una niñita se me acercó e intentó tocarle el violín y me
estaba haciendo preguntas”, recordó. Su compañera Lia Acuña (9), que al igual
que ella toca el violín, expresó que “me pareció lindo poder llevar música a
gente que no puede llegar a escucharla tan seguido porque no está viviendo tan
feliz”. 

En
este concierto también se presentaron Cristian Opazo de 14 años con su viola y
Colomba Foster de 13 años con su violoncello. 

Nuevos escenarios para la música

Gabriel
Oñate, psicólogo del área psicosocial, explica que este programa
«contribuye desde una perspectiva de valores a lo que promovemos en FOJI,
que se relaciona con el compromiso social que deben tener los músicos”.

Así,
cada año hay más interés en este programa. “Creo que les gusta mucho venir
porque es un espacio distinto donde pueden desarrollar lo que hacen, un
contexto mucho menos formal y exigente, solo disfrutan y se conectan con el
origen de hacer música”, finaliza Constanza Bustos. 

Finalmente, Pablo
Aranda, director ejecutivo de FOJI, expresa sentirse muy contento  “de
continuar con este programa tan valioso para la FOJI que abraza la misión
de llevar la música más allá de los escenarios, a lugares donde una
interpretación musical realizada por un niño o una joven puede brindar consuelo
y hacer más llevadero el día, e incluso, puede despertar el interés por un
instrumento”.

Durante
todo el año y para todos los niños, niñas y jóvenes que participan en las
distintas orquestas de la FOJI está abierta la posibilidad de inscribirse en el
programa de Músicos Solidarios que visita una vez al mes a las instituciones
con las que colabora.

Además,
este 2024, tiene la particularidad de que es posible sumar instrumentistas de
vientos, dado que se flexibilizaron las restricciones post
pandemia.   

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