Michael Mohan dirige Inmaculada, una cinta de terror psicológico con un fuerte y polémico contenido religioso.

La cinta está coproducida y protagonizada por Sidney Sweeney, una de las actrices del momento y cuenta con el actor español Álvaro Morte.

A pesar de que la cinta ya se ha estrenado en casi todo el mundo, en España se ha pospuesto su llegada a cines, hasta el próximo 26 de abril, para evitar que coincidiera con la Semana Santa.

En Estados Unidos, pese a competir con Cazafantasmas: Imperio Helado, ha supuesto el mejor estreno, en términos económicos, en la historia de la productora Neon.

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Sinopsis de Inmaculada

Una joven novicia estadounidense viaja hasta un remoto lugar de Italia para unirse a una orden religiosa.

Pronto se dará cuenta de que en ese convento las cosas no son lo que parecen.

Crítica de Inmaculada

Mohan se sirve de un entorno propicio y de una soberbia actuación de Sweeney para construir una película valiente, angustiosa y plagada de momentos notables.

El guion de Andrew Lobel, que supone su debut en el largo, es efectivo, irreverente y va de menos a más hasta llegar a uno de los finales más impactantes que hemos visto en los últimos años.

La voluntad de Sidney Sweeney

Esta película no existiría si no fuera por la tenacidad de la joven actriz estadounidense. Lo cierto es que Sweeney realizó la audición para el papel de la joven novicia Cecilia en el año 2014. Por diversos motivos, el proyecto fue cancelado y enviado a lo que en la jerga de los productores se conoce como el purgatorio.

Aprovechando su éxito en la serie Euphoria, la actriz compró los derechos y le propuso a Mohan que dirigiera la cinta. El director, que ya había dirigido a Sweeney en su anterior trabajo, Los Voyeurs (2021), aceptó sin pensárselo dos veces.

La película empezó su desarrollo en el año 2022 y pronto se unieron al reparto Álvaro Morte (La casa de papel) y los intérpretes italianos Benedetta Porcaroli, Dora Romano, Giorgio Colangeli y Simona Tabasco.

La localización

Parte del éxito de Inmaculada es la atmósfera claustrofóbica y opresiva que Mohan consigue construir con la ayuda del director de fotografía Elisha Christian.

El convento en el que las monjas viven recluidas está plagado de lugares siniestros, recovecos escondidos y catacumbas laberínticas.

La propia Sweeney ha hablado en varias entrevistas de lo terrorífico que había sido rodar en esas catacumbas a las afueras de Roma. Además de ser claustrofóbicas, solo podían estar en ellas durante un período de tiempo limitado por la mala calidad del aire en su interior.

La sensación de aislamiento y reclusión ayuda a elevar el tono de una película que nos hace sentir incómodos durante gran parte del metraje.

La polémica

Inmaculada ha hecho mucho ruido en los sectores conservadores. Como era de esperar, eso ha sido aprovechado por la propia distribuidora para alimentar la polémica en busca de llevar más espectadores a las salas.

Algo parecido a lo que hicieron los geniales Monty Python con La vida de Brian de la que anunciaban en los carteles promocionales suecos que era tan divertida que había sido prohibida en Noruega.

Siempre que se habla de religión surge la controversia. Incluso aunque se trate de una obra de ficción como esta. Lo cierto es que el guion de Lobel no se muestra dubitativo a la hora de tratar ciertos temas. El fanatismo extremo le sirve de caldo de cocción para todo tipo de aberraciones.

Somos capaces de identificar con claridad las escenas que han levantado más ampollas entre las personas creyentes o las instituciones eclesiásticas pero, sinceramente, no creemos que sea el público al que esta cinta está dirigida.

Pinceladas de gore y jump scares

Un servidor es amante del cine de terror gamberro y excesivo cuando toca y ese es, quizá, uno de los pequeños problemas que en Soy de cine tenemos con Inmaculada.

La cinta tiene todos los elementos necesarios para generar terror en el espectador sin recurrir a recursos simplistas y manidos.

Tenemos la sensación de que Mohan ha intentado contentar a todo tipo de públicos, al incluir algunos jump scares innecesarios y unas pinceladas de gore que parecen no encajar con el tono general de la cinta.

La historia es tan terrorífica per se que no necesita de ese tipo artimañas para atraer a un público ávido de historias intensas y bizarras.

Nuestra valoración de Inmaculada

Aunque Inmaculada no es una película redonda y hay algunas decisiones argumentales y de estilo algo cuestionables, lo cierto es que Mohan es capaz de construir una historia intensa, claustrofóbica y muy efectiva.

Con unos entornos inmejorables, la soberbia actuación de Sidney Sweeney y el valiente guion de Andrew Lobel, Inmaculada se ha convertido en un producto indispensable para todos los amantes del cine de terror.

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