Bajo
la curatoría del periodista y crítico de cine Felipe Blanco, la Dirección de
Extensión Cultural de la Universidad de los Andes los invita a disfrutar de
tres películas latinoamericanas que reflejan las visiones de sociedad y la vida
cotidiana bajo las perspectivas propias de cada país
.

Un mundo para
Julius” (Perú, 2021)

La adaptación
de la exitosa primera novela de Alfredo Bryce Echenique (publicada en 1970)
rescata la atmósfera, la observación de costumbres y, por cierto, el punto de
vista de un niño de la élite limeña en el entorno oligárquico de fines de los
años cincuenta.

Es un relato en
retrospectiva en el que -a diferencia de la novela, escrita en tercera
persona-, el protagonista, ya adulto, recuerda y narra su niñez y juventud a
partir del primer hito doloroso en su vida: la muerte de su padre. Será también
su primera aproximación al mundo real de la clase alta peruana y a las
mezquinades de su sistema social.

Un Mundo para
Julius le permite a la directora Rossana Díaz Costa profundizar su interés
en la infancia y la adolescencia a las que ya se había acercado en su primer
largometraje: Viaje a Tombuctú (2014).

En esta segunda
película, realizada para la televisión, suaviza el tono satírico -tan presente
en la novela de Bryce Echenique- y se inclina hacia el registro cariñoso y
perplejo del niño que observa las contradicciones y la soledad en la intimidad
de su círculo familiar.

Dirección: Rossana
Díaz Costa. 
Guión: Rossana
Díaz Costa, basado en la novela homónima de Alfredo Bryce
Echenique. Dirección de fotografía: Gabriel Di Martino.
Montaje: Eric Williams.

Intérpretes: Rodrigo
Barba, Augusto Linares, Pamela Saco Polini, Fiorella de Ferrari, Mayella
Loclla, Nacho Fresneda, Camila Mac Lennan. Duración: 104 minutos.

Festivales: Nominada
a Mejor Película para Televisión en los Premios Gaudí (Cataluña).

La
segunda película es “Familia sumergida” (Argentina, 2018)

El
debut en el largometraje de la joven cineasta argentina María Alché se
transformó en una de las mejores operas primas de ese país en los últimos años.

Mercedes
Morán encarna a Marcela, una mujer de mediana edad que a quien la repentina
muerte de su hermana deja en un estado de inacción. Suspendida entre la
incapacidad de reacción y la inercia familiar, Marcela debe hacerse cargo de
vaciar el departamento de su hermana y en esa tarea -que también es una toma de
conciencia de su propio vacío- la mujer comienza a enfrentarse a los problemas
cotidianos de su entorno, desde la intensidad adolescente de sus hijos hasta la
lánguida relación con su marido.

María
Alché filma las circunstancias en la cotidianidad de Marcela -muchas de ellas
graciosas y absurdas-, con un gran sentido de observación psicológica. Los
gestos, detalles y sobre todo el rostro cada vez más absorto y abstraído de su
personaje van adquiriendo relevancia en la medida en que las situaciones que la
rodean parecen sobrepasarla e inmovilizarla.

Dirección
y guión: María Alché. Dirección de fotografía: Hélène
Louvart. Montaje: Lívia Serpa.

Intérpretes: Mercedes
Morán, Esteban Bigliardi, Marcelo Subiotto, Laila Maltz, Federico Sack, la
Arteta, Claudia Cantero, Luis Carlos Vasconcelos. Duración: 91
minutos.

Festivales: Competencia
Oficial en el Festival Internacional de Cine de Locarno, Competencia Oficial en
el Festival de Cine Latinoamericano de Toulouse.

Premios: Ganadora
del Premio Horizontes Latinos en el Festival de Cine de San Sebastián. Mejor
Guión y Mención Especial a María Alché en el Festival Internacional de Cine de
Lima. Mejor Actriz (Mercedes Morán) en los Premios de la Academia de Cine
Argentino.

La
tercera es “El reino de Dios” (México, 2022)

El
cuarto largometraje de la mexicana Claudia Sainte-Luce se centra en la
cotidiana existencia de Neimar, un niño de la localidad de Tlalixcoyan, al sur
del estado de Veracruz en México, que se debate entre la soledad de su
existencia y su fascinación por las clases de religión, especialmente con la
figura y el poder de Dios que, el pequeño intenta congeniar con las rutinas de
su vida diaria.

La
directora Sainte-Luce registra la relación de Neimar con el mundo adoptando un
estilo cercano al documental y le da igual relevancia a los momentos más
importantes como a las rutinas y actividades cotidianas, porque la tensión y el
sentido del filme están precisamente allí, en la voluntad de trascendencia de
su protagonista frente a la fuerza centrípeta de la vida concreta.

En
las decisiones de ritmo y de observación casi antropológica que la película
toma, hay una voluntad de equilibrio y también de realismo que se sustenta en
la libertad de acción que tiene su personaje para comportarse frente a la
cámara y, por cierto, en el impresionante trabajo interpretativo del pequeño
Diego Armando Lara, quien sostiene la película y le entrega toda la ternura y
veracidad que son el fuerte de este hermoso filme.

Dirección
y Guión: Claudia Sainte-Luce. Dirección
de Fotografía: Carlos Correa. 
Montaje: Julián
Sarmiento.

Intérpretes: 
Diego Armando Lara Lagunes, Oswaldo Molina Arzola, Yair
Castro       Yair Castro, Cipriana Castro Chávez,
Claudia Sainte-Luce, Mariano Chávez, Diógenes Iván Delfín Elvira, Alfredo
Pantoja Gallego.

Duración: 73
minutos. 
Festivales: Competencia
oficial en la sección Generation Kplus en el 72° Festival Internacional de Cine
de Berlín.

Premios: Mejor
Dirección y Mejor Largometraje Dirigido por una Mujer en el Festival
Internacional de Cine de Gijón. Mejor Película Mexicana, Mejor Actor, Mejor
Dirección, Mejor Fotografía y Premio del Jurado Joven en el Festival
Internacional de Cine de Guadalajara. Mejor Dirección en el Festival de Cine
Latinoamericano de Trieste.

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