Carsten Beck, nacido en Copenhague en 1986, viene conjugando la estética propia del minimalismo escandinavo y referencias al diseño mid-century a la hora de desarrollar pinturas geométricas que, cuando no presentan nítidas formas negras, combinan estas con fragmentos en turquesa, rojo y verde menta. Encuentra, igualmente, fuentes de inspiración en la depuración del arte concreto y en composiciones abstractas de los artistas de su país Ib Geertsen y Richard Mortensen, mientras que su trabajo riguroso (matemático) con líneas y curvas tiene que ver con su estudio atento del mobiliario de Marcel Breuer, Charles y Ray Eames.
Cuenta, asimismo, Beck con experiencia en los campos de la ilustración, el grabado y la fotografía, y es habitual que emplee fotografías de arquitectura como base para sus composiciones pictóricas; también, sobre todo desde 2019, que estas últimas partan de bocetos desarrollados sobre papel. A partir del año siguiente, y paradójicamente pese a la pandemia, su producción ganó proyección internacional a partir de su aparición en la revista neoyorquina ABSTRACT; fue un primer paso para su inclusión en galerías y colecciones privadas internacionales.
Este mes de mayo y en junio, es la sala barcelonesa Víctor Lope la que exhibe su obra reciente en la muestra “Lines interaction”: en la senda de sus anteriores trabajos, compendia piezas que subrayan la contundencia de lo mínimo, la de una geometría desplegada en toda su sencillez: rectángulos, triángulos y círculos que se alinean o se superponen, que en ocasiones remiten a arquitecturas y que, a su vez, desvelan una enorme atención al detalle por parte de este autor danés, prácticamente autodidacta (se ha formado en diseño gráfico y diseño web).
El blanco y el negro dominan en lo cromático composiciones de formatos monumentales y medianos, de una simpleza solo aparente, meticulosamente planificadas en todos los pormenores de su ejecución. En la mayoría de los casos derivan, según ha explicado el artista, de procesos de contemplación que efectúa en largos paseos: nacen en el acto de caminar, en el hallazgo de nuevas rutas y, con ellas, de otros ángulos con los que percibir el entorno. De forma casi obsesiva trata el danés de hallar aspectos novedosos en las construcciones que permiten las formas, sinfonías lineales donde cabe solo la limpieza y la armonía por más que lograr la perfección formal esté lejos de los objetivos de Beck, interesado en llevar al espectador a un terreno que trascienda el de la apariencia, incluso el de nuestro marco temporal.
En 2022 presentó su primera individual en Víctor Lope; otras se las han dedicado las salas danesas Wolfsen, Alium Gallery, Christoffer Egelund, Sandberg, Albert Contemporary y Benoni; también la galería italiana Roman Sviridov.
Carsten Beck. “Lines of interaction”
VÍCTOR LOPE ARTE CONTEMPORÁNEO
Carrer Aribau, 75
Barcelona
Del 2 de mayo al 22 de junio de 2024
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