Antonio San Martín Castaños
nació un doce de mayo de hace casi sesenta años en Cádiz. Se formó en la
Facultad de Bellas Artes y en la Escuela de Artes Aplicadas de Sevilla para
después transmitir todo su conocimiento, su ciencia y sus experiencias al
alumnado universitario ceutí ejerciendo como profesor titular de Didáctica de
la Expresión Plástica. Desde 1983 ha expuesto sus obras recorriendo la
geografía peninsular (Burgos, Segovia, Zamora, Granada, Sevilla,
Vitoria-Gasteiz, Barcelona, etc.) y el norte del continente africano, así como
Italia.

San Martín se mueve, una vez
más, en lo que más le gusta, el abstracto, las formas aparentemente sin sentido
pero con una alegoría de la vida. “Toda la emoción que yo he vivido en mi
estudio, en soledad, quedan compartidas con los que vienen a ver mis exposiciones».

Los colores vivos usados en
cada uno de los cuadros por el artista decorarán las paredes de las salas en
las que expone. “Es tradicional en mí, es decir, celebrar la vida a través del
color, de las texturas. Es mi estilo de pintura y siempre lo ha sido. Quizá
ahora todavía tenga más sentido. Hay que aferrarse, precisamente a eso, a
celebrar la vida y tirar hacia delante, aunque es difícil”, comentó el artista.

Daniel San Martín Pizarro,
su hijo, historiador del arte, dice de él, que no sólo usa el arte como “una
mera forma de expresión, sino una herramienta del conocimiento, un medio para
procesar y apurar la vida, un testimonio del paso del tiempo”. Y así podemos
acercarnos a sus cuadros, intentando dilucidar las respuestas a las preguntas
fundamentales. Tanto las series de acrílicos como las acuarelas ofrecen en sí mismas
universos comunicados. Vemos olas y volcanes, vemos lo primigenio y la
lamentación, vemos el grito y el silencio.

Las obras de Antonio San
Martín Castaños se dejan escuchar; destilan músicas indelebles. Las telas y los
cartones llaman a los ojos de quien los mira y no los dejan escapar inmunes.
Transmiten algo más allá de fuegos avivados y azules salados. Atrapan al
descubrirnos a nosotros mismos que siguiendo el trazo, que aparece y desaparece
perdiéndose en mil bucles fértiles, no podemos desviar la mirada. Ponen al
espectador y a la espectadora sobre la cresta de la ola y encima de la cumbre
del volcán en erupción. Invitan a sumergirse y acompañan en el viaje marcando
ritmos por inventar.

Tras los trazos se adivina
una mano experta. Los marcos de las obras no las limitan porque la creación se
expande más allá de las paredes que la albergan. La paleta de colores, esa que
no vemos pero que podemos idear, se descubre como laboratorio experimental
irreductible: podemos imaginarla como laboratorio infinito del que vuelan
liberados todos los secretos del artista.

Fuentes:

https://www.facebook.com/antoniosanmartin.art/

https://www.facebook.com/media/set/?set=a.1412513308951594&type=3

https://www.ceutatv.com/articulo/educacion-y-cultura/antonio-san-martin-colores-celebrar-vida/20230518213316150242.html

https://elfarodeceuta.es/coloridas-obras-san-martin-paredes-museos-ceuta/

Nota: La propiedad intelectual de las imágenes que aparecen en este blog
corresponde a sus autores y a quienes éstos las hayan cedido. El único objetivo
de este sitio es divulgar el conocimiento de estos pintores, a los que admiro,
y que otras personas disfruten contemplando sus obras.

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