Obviamente nos suena más porque gracias a ‘Castlevania‘ y ‘Masters of the Universe: Revelation‘, Powerhouse se ha convertido en uno de los estudios estrella de Netflix a la hora de crear series animadas de franquicias.

Además de una nueva temporada de ‘Castlevania: Nocturne‘ y la serie de ‘Tomb Raider’, pero entre franquicia y franquicia han conseguido recuperar su serie original de héroes griegos para una segunda temporada que llevábamos esperando desde 2020.

Tragedia familiar, politiqueo y mucha acción

‘Sangre de Zeus‘ se estrenó en 2020 para presentarnos la historia de Heron, un campesino que (como la mitad de la Grecia clásica, seamos sinceros) resulta ser en realidad un hijo de Zeus. Durante una primera temporada muy contenidita, Heron tiene que lidiar con la realidad de ser un semidiós, la pérdida de su madre y además con un ejército de demonios que liderados por un hombre llamado Seraphim que amenaza con destruir el mundo.

Y aunque para nosotros hayan pasado cuatro años, ‘Sangre de Zeus’ arranca prácticamente donde nos dejó, aunque con unas cuentas mejoras.

De entrada, ‘Sangre de Zeus’ nos hace un recordatorio de la última gran batalla con los Gigantes y demonios cargando contra el Olimpo, y podemos apreciar que muchas secuencias se han reanimado con un estilo mucho más pulido y un acabado brillante. Así que si tenemos poco fresca la anterior temporada, el primero de los nuevos capítulos nos pone al día rápidamente con los eventos más importantes.

De ahí en adelante, ‘Sangre de Zeus’ se va centrando en sus dos protagonistas: Heron y Seraphim, y desarrollar cómo esta gran batalla les ha afectado. Así que por un lado tenemos a Heron y el resto de dioses olímpicos tratando de lamer sus heridas… y por otro a Seraphim en el Inframundo enfrentándose a una oferta de Hades, el rey de los muertos que se ha cansado de ser el último mono de la familia.

En ocasiones parece que la temporada se le está quedando corta a Netflix para la cantidad de personajes que están manejando ahora, en especial con el grupo de Heron. Pero por otro lado Seraphim ha terminado saliendo muy bien parado, ya que por fin conocemos algo más de su historia más allá de ser un demonio sediento de venganza. Porque ‘Sangre de Zeus‘ está tomándose el tiempo necesario para presentarnos a los «villanos» de la temporada, y es difícil no ponerse un poco de su parte.

Con cambios para bien

Si la primera temporada de ‘Sangre de Zeus’ ya navegaba entre la mitología y la fantasía oscura al estilo de ‘Castlevania’, la segunda ya la abraza totalmente con su estética y diseño de personajes. Y, aún así, consigue ser sorprendentemente fiel a los mitos con un buen número de guiños centrados por todas partes.

Donde anterior parte pecaba de ser un tanto genérica, ‘Sangre de Zeus’ ha conseguido madurar más allá de luchas sangrientas contra monstruos (que también hay, calma) para convertir la serie en una tragedia griega a lo grande. Así que nos centramos sobre todo en el politiqueo del Inframundo y el Olimpio, las intrigas y rencores familiares y unas luchas de poder que se llevan poco con las de ‘Juego de Tronos‘.

Aunque quizás todavía peca de confiar demasiado en flashbacks, ‘Sangre de Zeus’ ha sabido encontrar su propio ritmo para presentarnos todas su cartas y a los principales jugadores. Y aunque todavía tenemos ese buen regustillo de anime, sobre todo en las escenas de acción, la serie ahora se acerca más a un estilo cartoon de «sábado por la mañana» que le sienta de miedo.

Sí que es cierto que los personajes siguen siendo un tanto estáticos en demasiados momentos, pero se puede apreciar de sobra el subidón de presupuesto en las escenas de acción, la expresividad que han ganado y también en unos escenarios despampanantes.

Se nota que Powerhouse se ha tomado su tiempo con esta temporada, y que tiene un plan a largo plazo para Heron y Seraphim, porque nos dejan con todo previsto para una tercera temporada… que esperemos que no tarde otros cuatro años en llegar a Netflix. Porque nos quedamos justo en el mejor momento y ‘Sangre de Zeus’ demuestra de nuevo que es una de las series animadas más entretenidas que tenemos en la plataforma, y con muchísimo potencial.

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Hace algunos años decíamos que algunas series eran tan buenas «que parecían películas». Ahora hemos llegado al punto donde dicha aseveración ha dado la vuelta sobre sí misma: hay películas que parecen series. De hecho, es posible que Kevin Costner, a sus 69 años, haya dado con la clave para volver a llevar al público el cine: las películas episódicas estrenadas una tras otro en poco tiempo, como si fueran episodios especiales.

Horizontes de grandeza

Después del brutal éxito de ‘Yellowstone’ (y sus cuatro spin-offs), especialmente entre el público más adulto, uno pensaría que Costner ha tenido facilidades para hacer su western cinematográfico ‘Horizon’, dividido en cuatro partes de las que, de momento, ha rodado dos, que se estrenarán en Estados Unidos con apenas mes y medio de diferencia. El actor protagoniza, dirige, guioniza y produce, y eso conlleva que vaya buscando dinero por todos los lados para levantarlas.

Según narra Variety, Costner ha contado en Cannes (donde ha presentado la primera parte ante siete minutos de aplausos entre lágrimas) que no sabe por qué le está costando tanto financiar la saga.

«Habéis visto la película. No sé por qué era tan difícil conseguir que la gente creyera en la película que quería hacer. No creo que sea mejor que la de cualquier otro, pero tampoco creo que la de cualquier otro sea mejor que la mía. No vendo algo que no crea que es bueno»

Es raro, la verdad, porque, como director, ha funcionado en taquilla normalmente muy bien (dejemos ‘Mensajero del futuro’ al margen) y las dos partes de ‘Horizon’, conjuntas, han costado tan solo 100 millones, una cifra bastante baja para los estándares de hoy en día. Sin embargo, levantar la tercera entrega no va a ser fácil: «Estoy llamando a todos los barcos de Cannes para ayudarme. ‘Eh, entra, saquémonos una foto’. No, saca tu chequera. ¡Hablemos de dinero!«. ‘Horizon’ llegará a España el 26 de agosto, dispuesto a demostrar que el éxito va mucho más allá de Marvel y los efectos especiales. Habrá que verlo, forastero.

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‘Megalópolis’ ha causado sensación tras su exhibición en Cannes. Con una crítica aún muy dividida, llamando a la película desde un absoluto desastre a una obra incomprendida, parece que la nueva de Francis Ford Coppola será una película muy experimental que no dejará indiferente a nadie.

Entre sus filigranas narrativas, hay una en particular que lleva siendo el runrún principal de los espectadores que ya la han visto de manera anticipada. La película contiene una escena que rompe la cuarta pared de un modo muy visceral, en la que un empleado del cine «habla» con el personaje de Adam Driver a través de la pantalla. Lo que es una curiosa anécdota en la proyección del festival se convierte en un problema logístico en el futuro. ¿Cómo demonios pretenden replicar eso en cines comerciales?

Falta concretar la estrategia

Para sus distribuidores franceses, Le Pacte, hay una firme intención de seguir adelante con ello. «Estamos ansiosos por tratar de mostrar la creación de Coppola de la forma en la que la ha inventado», decía el presidente de la distribuidora en unas declaraciones para Deadline.

Las especificaciones del plan, sin embargo, no están claras. Es una idea a la que también se tienen que sumar los exhibidores. El plan más sólido parece ser enlazarlo con las proyecciones en IMAX, que hace poco se comprometió también a distribuir la película en su espectacular formato. Con salas de mayor espacio, sería un escenario más ideal para experimentos, pero en Le Pact tampoco se cierran a otras pantallas.

«Sin ninguna duda haremos muchas proyecciones de este tipo. Con cuatro al día en muchos cines no será fácil hacerlo para cada una. Se organizará, pero no podemos predecir cuántas veces podremos hacerlo. Trabajaremos en ello con todos los exhibidores de Francia para intentar hacerlo tantas veces como podamos».

Esto crea también la duda de si existirán versiones diferentes de la película que convivan en las salas, aquellas que tienen «el momento meta» y las que no. En España Tripictures es la distribuidora que se encargará de llevar la película a salas, pero no al formato doméstico, que actualmente sigue buscando comprador. La distribuidora española no ha hecho declaraciones al respecto sobre esta escena. En muchos otros países, la distribución ni siquiera está confirmada.

Con 120 millones de presupuesto y más de 40 años cocinándose, la nueva de Coppola está siendo una película muy difícil de vender. Una patata caliente que muchos distribuidores no se animan demasiado a tocar, y las desalentadoras críticas han reforzado esa idea. Coppola es muy consciente de esto, y en unas recientes declaraciones afirma no arrepentirse de nada, diciendo que al final de su vida podrá quedarse tranquilo: «He hecho cada película que he querido hacer».

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