En un momento en el que los programas donde se cazan talentos musicales están tan de moda, ¿por qué cerrarse a la posibilidad de que ocurra lo mismo con los músicos clásicos? Si The Voice y The X Factor han servido de vitrina para las nuevas caras de la música pop, en Hungría espacios como Virtuosos da oportunidad a músicos excepcionales.

Virtuosos es una producción en la que han surgido figuras como Mihály Boros, un pianista de once años que fue el ganador de la edición del año 2014 y que, con su victoria, inspiró a otros jóvenes, por lo que las escuelas de música de Hungría notaron un incremento del 14% en la cantidad de alumnos inscritos.

Mihály Boros vio cambiar su vida radicalmente tras el éxito alcanzado en Virtuosos. En un año ofreció más de ochenta conciertos, y viajó a los escenarios de Nueva York y Tokio, entre otras ciudades del mundo.

Ahora que Virtuosos ha alcanzado un gran éxito en Hungría, Marianne Peller, su productora y fundadora, quiere dar a conocer el espacio en el mundo, por lo que lo ha presentado en el Festival de Cannes, donde los más importantes  profesionales de la televisión se dan cita, con la esperanza de que se consigan nuevas versiones en otros países de Europa y el mundo.

No sólo seduce a los músicos emergentes, pues los expertos también se sienten identificados con Virtuosos. Así pues Plácido Domingo prometió a los jóvenes talentos de Budapest que algún día se subiría al escenario con ellos.

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