El Vaticano debuta en la Bienal de Arquitectura con diez capillas diseñadas por arquitectos de reconocido prestigio mundial, como Norman Foster y Eduardo Souto de Moura.
En ese sentido, el Vaticano ha abierto recientemente sus puertas al primer pabellón con el que la Santa Sede ha participado en la Bienal de Arquitectura de Venecia. Su debut ha consistido en el encargo de diez capillas a distintos arquitectos de reconocido prestigio procedentes de distintas partes del mundo, con la intención de enfatizar la universalidad de la Iglesia católica.
El tema central de la intervención ha sido la Capilla en el bosque que Gunnar Asplund construido en el cementerio de Estocolmo en el año 1920, y las premisas que debían cumplir las propuestas eran unas dimensiones de 70 metros cuadrados como máximo, así como la presencia del símbolo de la cruz, un altar y un libro (que no todas han cumplido).
Vale destacar que las diez intervenciones se han acompañado del Pabellón Asplund diseñado por MAPS Architects, un recinto expositivo que acoge los dibujos y maquetas del arquitecto sueco.