El arte latinoamericano siempre ha dado mucho de qué hablar, especialmente porque los artistas siempre buscan la manera de que sus obras sean vistas y reconocidas. Felipe Ehrenberg fue uno de estos artistas que ha marcado la historia con sus grandes obras, independientemente del tipo de medio por la cual la logró expresar, ya que fue un escultor, dibujante, editor, ensayista, activista y profesor; demostrando tanto en Latinoamérica como en el mundo, su increíble carga artística desde hace ya 50 años.
Lamentablemente, con 73 años, el gran artista mexicano muere; no sin antes dejar una de las mejores trayectorias. Ehrenberg fue pionero de una técnica que se conoce como neográfica, además incursionó en el mundo del arte conceptual de los años 70’ a través del dibujo y la pintura, incluso en su arte puede verse otras técnicas como la mimeografía, el mail art y el performance. También manejó el diseño gráfico, la obra 3D, la instalación, la poesía sonora, el arte objeto y la fotografía.
Parte de su éxito se debe también a que fue discípulo del escultor Mathias Goeritz y del muralista José Chávez Morado, y desde muy temprana edad trabajó con ellos en la pintura, escultura y grabado. Además, fue becario de la Fundación Fullbright en 1991, obtuvo la Beca Guggenheim Memorial Foundation, por sus estudios sobre la dualidad de la cultura latinoamericana en 1975, obtuvo el Premio Perpetua, otorgado por Inglaterra en 1974, y el Premio Femirama de Pintura al participar en 1968 en el Salón Codex de Pintura Latinoamericana, en Buenos Aires.
Otro de los mayores logros que hizo Felipe Ehrenberg fue contribuir en el complejo artístico llamado Tepito Arte Acá, el cual presenta una gran colección de arte contemporáneo. Sin duda alguna, un ejemplo de que el arte puede ser expresada por cualquier medio, sólo se necesita dedicación y ganas de demostrarlo. El mundo artístico lamenta la partida del gran mexicano Felipe Ehrenberg.
