En el mundo del cine hay personas talentosas que, después de haber probado suerte en el área donde se desempeñan, han probado el éxito en un rubro totalmente diferente, y esa es justo la historia de un chico que, amante de la escultura y de las historias de terror, se convirtió en la figura clave de muchas cintas de los años noventa, en donde ayudó a formar la identidad visual de personajes míticos y enormes creaturas en las películas donde participó.
Adam Jones, conocido principalmente como el virtuoso guitarrista de Tool, tuvo un interesante camino en Hollywood antes de dedicarse a la música. Su incursión inicial en la industria del entretenimiento fue a través del departamento de arte en producciones cinematográficas, una carrera que lo llevó a trabajar en varias películas importantes antes de los años noventa gracias a su talento para los efectos especiales y el diseño visual, que dejó una huella en su estilo artístico y su enfoque musical, que luego trasladaría al sonido y estética de su banda.
Desde muy joven, Jones mostró una inclinación por el arte visual y la escultura. Su habilidad para trabajar con las manos y su imaginación visual lo llevaron a recibir una beca para estudiar cine en Los Ángeles, que finalmente rechazó, sin embargo, comenzó a trabajar como escultor y diseñador de efectos especiales, donde perfeccionó su técnica, especialmente en stop motion.
Graduándose en 1987, Jones llevó su particular estética y talento a la tienda de personajes de Rick Lazzarini, donde se encargó por dos años de los efectos visuales del programa ‘Monsters‘, donde diseñó y fabricó el maquillaje de un esqueleto que se utilizó más tarde en ‘Ghostbusters II‘.
Tras estos trabajos, el artista de efectos visuales Stan Winston lo llamó a trabajar en su taller para grandes producciones de Hollywood, entre ellas ‘Depredador 2‘, donde esculpió un cráneo que se utilizó en el interior de la nave espacial de Predator.
Sin embargo, sus trabajos más emblemáticos se pueden observar en películas como ‘Jurassic Park‘, donde contribuyó en el equipo de efectos especiales que trajo a la vida a los icónicos dinosaurios. También trabajó en ‘Terminator 2: El juicio final‘, ayudando a crear algunas de las revolucionarias escenas de efectos especiales que, hasta el día de hoy, son considerados pioneras en la industria.
Pero su trabajo más destacado llega con el fin de los años ochenta con sus prostéticos diseñados para Freddy Krueger en la cuarta y quinta entrega de ‘Pesadilla en Elm Street‘, así como en la adaptación de un clásico de Stephen King en el cine ‘Cementerio de animales‘.
Un talento que también llevó a la música
A pesar de su éxito en el mundo de los efectos especiales, Jones siempre tuvo una pasión por la música. Inspirado por su trasfondo visual, su enfoque en Tool no solo se limitó a la guitarra, sino que también se extendió a la creación de los videos musicales de la banda y a su concepto visual general.
Jones diseñó y dirigió algunos de los videos más icónicos de Tool, utilizando técnicas de stop-motion y otros recursos artísticos que desarrolló a su paso por el mundo del cine, como se puede ver en los videoclips de los temas ‘Sober‘, ‘Prison Sex‘ y ‘Stinkfist‘.
Su legado no solo reside en su destreza como guitarrista de una banda emblemática, sino también en su habilidad para contar historias visuales a través de una perspectiva poco convencional donde la experimentación y la profundidad artística fueron clave, haciendo de Adam Jones un genio más allá de la música.
Fotos de Rirocks | IMDB