La familia de ambas actrices atraviesa momentos muy duros al perder a dos seres queridos en días consecutivos. Carrie Fisher, la mujer que interpretó a la Princesa Leia en la exitosa saga Star Wars, murió por problemas cardiacos luego de algunos días de haber sufrido un infarto en Navidad.

Debbie Reynolds, conocida especialmente por su brillante participación en el clásico cinematográfico Singing In The Rain murió 24 horas luego de que se anunciara el fallecimiento de su hija. Carrie Fisher tenía sesenta años, mientras que su madre superaba los ochenta.

Todd Fisher, hijo de Debbie Reynolds, anunció en días pasados que la familia había acordado celebrar un funeral conjunto para ambas intérpretes. Los rumores fueron confirmados y la prensa asegura que ambas actrices recibieron el último adiós en una ceremonia sumamente privada en una residencia de Beverly Hills.

Solo amigos muy cercanos y familiares pudieron despedir a Carrie y a Debbie, que en vida eran dos mujeres muy unidas. Ambas estrellas de Hollywood, que serán siempre recordadas por su participación en inolvidables clásicos del séptimo arte, descansan en el Forest Law Memorial Park en la ciudad de Los Ángeles.

 

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