El escultor Eduardo Azuaje creó grandes estructuras figurativas, a partir de huesos de animales como chivos, vacas, caballos y burros (fémures, cráneos, quijadas y costillas) recolectados en vertederos y fincas para realizar la exposición Sin cordero de Dios. Aproximación a una poética de la muerte como parte de la II Bienal del Sur.
La muestra tuvo gran aceptación por parte del público asistente y se despide este domingo 25 de febrero de la sala seis del Museo de Arte Contemporáneo Armando Reverón, de la Fundación Museos Nacionales, lugar donde se bautizará el catálogo de la exposición.
El catálogo contiene toda la experiencia del proceso creativo para la realización de la exposición con huesos de animales que el artista le dio forma de las dimensiones humanas como piernas, brazos, torsos y cabezas junto a una maleta que anuncia el viaje sin retorno.
«Recolecté los huesos, los limpié, depuré, desarmé, les di vida estética y realicé formas humanas, es decir, fue algo que fomentó una especie de relación y sensación entre la vida y la muerte”, expresa Azuaje. Cree que el mundo vive «experiencias que hacen que en el camino queden fragmentos del ser humano y quiero encontrar una respuesta social”.
La invitación es al bautizo del catálogo y clausura de la muestra que a juicio de su curador cristalizó en “una investigación compleja, inteligente y profunda en la que el cuerpo es objeto y referencia del discurso visual, pero al mismo tiempo símbolo de la violencia, de la destrucción, de la muerte.