Bruno Di Maio nació en Trípoli (Libia) de padres italianos, vivió y trabajó durante varios años en la Toscana. Asistió al Instituto de Arte de Perugia y Roma donde tuvo la suerte de vivir todos los años formativos de su adolescencia y juventud. Pronto comenzó a trabajar con un anticuario de la capital italiana y se dedica durante mucho tiempo a restauración, adquiriendo una habilidad técnica prodigiosa.
Pintor, grabador, además de una excelente acuarelista, trabaja sobre todo para una comisión internacional y su obra se encuentra no sólo en las principales ciudades italianas, como Los Ángeles, San Francisco, Nueva York, Tokio y Madrid en colecciones públicas y privadas.
Alguna palabra a propósito de mí:
He nacido en Norte África de padres italianos que estuvieron entre los primeros «colonos» de aquella tierra. He empezado muy pronto a chapucear con los carboncillos y con los lápices colorados. Fue mi único juego en la soleada soledad de la gran granja de propiedad de mis padres. Una larga enfermedad que me golpeó obligándome a cama por mucho tiempo, dónde desarrollé la precoz pasión por la lectura y los cuentos, La necesidad de poblar mis juegos de «amigos» fantásticos, La frenética tentativa de representarlos con los lápices colorados. Quizás todo esto, calentado por el implacable sol africano trazó mi itinerario obligado hacia la pintura.
He frecuentado el instituto de arte de Perusa y Roma donde he tenido la suerte de vivir todos los años formativos de mi adolescencia y juventud. He empezado pronto a trabajar en el entorno anticuario de la Capital, que fue de veras en aquel tiempo la ciudad del mito. Entre Plaza de España, calle Margutta y calle del Babuino, en el cuadrilátero ideal del arte y «centro»artistico del mundo he trabajado como restaurador, a lado de los mejores maestros de la época entre cuyo Pico Cellini, mi mentor espiritual. . Y ha sido entonces que he tenido modo de conocer y amar intensamente la gran pintura. El resto ha sido «inevitable». no pude que elegir de hacer este trabajo, porque tal es, considerándolo como mis ilustres humildes maestros siempre lo han considerado, los grandes artesanos que poblaron aquellas antiguas callejuelas: doradores, entalladores, ebanistas, los mejores de aquella época perdida. Sin nunca olvidar de ver el mundo con los ojos maravillados de un niño y de representarlo con la habilidad de un buen artesano. A todo hoy, no habiendo encontrado nunca una satisfactoria definición de «Arte» más que considerarme a un «Artista» prefiere mucho sentirme lo que en realidad soy: pintor.
Fuentes:
https://www.facebook.com/p/Bruno-Di-Maio-100046963307610/?locale=es_ES
https://www.tuttartpitturasculturapoesiamusica.com/2010/10/bruno-di-maio.html
https://www.saatchiart.com/mozart
Nota: La propiedad intelectual de las imágenes que aparecen en este blog corresponde a sus autores y a quienes éstos las hayan cedido. El único objetivo de este sitio es divulgar el conocimiento de estos pintores, a los que admiro, y que otras personas disfruten contemplando sus obras.