Una característica muy particular del continente latinoamericano es su capacidad para producir grandes nombres en cuanto a cineastas se refiere. ¿El ejemplo perfecto de tal afirmación? Pablo Larraín, director chileno que ha tenido en este año 2016 uno de los más exitosos y prolíficos de su corta pero destacada carrera de poco más de una década.

Y es que Larraín, nacido un 19 de agosto de 1976 en la ciudad de Santiago, no vino a comenzar su trayectoria como realizador a tiempo completo sino hasta el año 2005. Fue en ese entonces cuando se embarcó en la aventura de dirigir su primer largometraje, Fuga, el cual fue estrenado en los cines de su natal Chile en 2006 bajo un aluvión de críticas positivas y reconocimientos nacionales e internacionales… A partir de allí, su ascenso fue poco menos que meteórico.

Atención: Cabe decir que antes de su triunfante debut, el también productor y guionista se había dedicado a, primero, estudiar comunicación audiovisual en la Universidad de Artes, Ciencias y Comunicación de la capital chilena y, luego, a desarrollar diferentes proyectos con la compañía Fábula (la cual él ayudó a fundar).

Luego del batacazo que representó Fuga, Pablo Larraín no cayó en el lugar común de decepcionar con sus siguientes proyectos. Para nada: En 2008 y 2010 estrena Tony Manero y Post Mortem, respectivamente, un par de películas que no hicieron otra cosa que cimentar su estatus de nuevo y destacado talento.

Sin embargo, la explosión definitiva de Larraín a todos los niveles llegaría en 2012 con su cuarta cinta: No. Este proyecto, protagonizado por el actor mexicano Gael García Bernal y ambientado en un Chile bajo el régimen pinochetista, le ganó la fama mundial y fue nominado a los Premios Óscar como Mejor Película de habla No Inglesa, convirtiéndose en la primera cinta de ese país en hacerlo.

Su siguiente filme, El Club, llegó en el año 2015 con otra tanda de aclamación universal. La cinta estuvo nominada a los Globos de Oro como Mejor Película de Habla No Inglesa y, además, se llevó el Oso de Plata y Gran Premio del Jurado del prestigioso Festival de Cine de Berlín… Larraín era ya una fuerza imparable en la industria cuyo destino lógico era Hollywood.

Dar el primer paso en la Meca del Cine es tarea que está a punto de cumplir este último mes de 2016. Sin embargo, antes de su gran golpe maestro en el mercado estadounidense, a Larraín le sobró tiempo para estrenar Neruda, una cinta que narra las persecuciones a las que fue sometido el poeta chileno durante el régimen de Gabriel González Videla y que, desde ya, suena como seria candidata a estar entre las nominadas a los Premios Óscar en la categoría de habla no inglesa.

Y lo dicho: Neruda no es lo único de Larraín este 2016… Esa primera experiencia como director de una película en Hollywood se acaba de estrenar este 2 de diciembre en todas las salas de cine de Estados unidos. Jackie es el nombre del largometraje biográfico, y cuenta nada menos que con la oscarizada Natalie Portman en el rol de Jackie Kennedy.

Como era de esperar tratándose de un proyecto de Pablo Larraín, Jackie ha sido adorada por la crítica y, de igual forma, está sonando fuerte para meterse entre las candidatas a los distintos premios que otorga la industria norteamericana. Todo un logro para un director chileno que llena de orgullo a su gentilicio y a su cultura, y que, a partir de ahora, solo tiene el cielo como límite.

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