¡Cuanta belleza y poesía en una sola obra! Ópera, vídeo, performance y música en vivo en ‘7 deaths of Maria Callas’, que he podido apreciar en el ensayo general de Marina Abramovic en el Liceu de Barcelona.
La estrella invitó a Willem Dafoe a acompañarla en la performance y videoarte para que representara a su «asesino» de los diversos papeles operísticos tales como Alfredo, Cavaradossi, Otello, Pinkerton, José, Edgardo, Pollione, así como el esposo/verdugo de Callas, Aristóteles Onassis.
“Mi interés se intensificó cuando supe de la fracturada relación que Maria tuvo con Aristóteles Onassis. Cuando él la abandonó por Jacqueline Kennedy, Callas cayó en una profunda desesperación y se convirtió en una reclusa. Yo misma fui abandonada por mi marido y, de manera similar, casi no me recupero. Dejé de comer, dejé de beber. No quería vivir más. Estuve en mal estado por mucho tiempo. Callas abandonó incluso su trabajo. Esa es la gran diferencia entre ella y yo. Yo no podría renunciar a mi trabajo; siento que cuando hago el trabajo que amo no me puede pasar nada”, comentó la artista sobre el personaje del hombre que a lo largo de la performance siempre traiciona.
Junto a Dafoe actúan en escena siente solistas internacionales (todas vestidos con el uniforme de cuello blanco del personal de limpieza de Callas), que cantan las arias mas famosas de la diva.
Con este acompañamiento y durante toda la hora y media nuestra heroína enfrenta a la muerte.
Abramovic, ya en la piel de María Callas, descansa, pálida y blanca en su cama, sobre su larga cabellera lacia y oscura (parece una copia auténtica de la diva), sin moverse durante toda la primera hora. Al mismo tiempo, en la gran pantalla colocada en el escenario, vemos vídeos donde revisita visualmente – y a su manera – algunos de los temas mas importantes de la carrera operística de la Callas junto a su partenaire Willem Dafoe quien, a lo largo de toda la obra está sencillamente sensacional. La fuerza que transmite durante toda el drama es enorme.
Los videos dirigidos por Nabil Elderkin se basan en textos originales escritos y narrados por Abramović en voz en off. Todo es muy poético.
Abramovic ha comentado que de María Callas (1923-1977) le fascina su «fortaleza terrible y fragilidad», una dicotomía que también observa en ella misma, y el hecho de que muriera con el corazón roto por el desamor, una circunstancia que ella ha dicho que casi vivió. Descubrió a Callas cuando era una niña: mientras estaba en la cocina de la casa familiar, escuchó por la radio la voz de la soprano y quedó seducida.
«Para los amantes de la ópera soy una intrusa, soy la persona que creen que quiere romper con toda la tradición, pero asumo este papel con orgullo», ha subrayado, añadiendo que sus obras se dirigen a un público joven. «¡Ella también tuvo una mala madre como yo, una infancia complicada y una nariz grande como yo ! dice ella, puntuada por una sonrisa. «Y murió de amor, desconsolada. Y yo también me sigo muriendo de amor. Es una pieza muy personal, llena de emociones”, comenta la intérprete.
La obra alcanza su clímax con Norma de Bellini, y los personajes de María/Marina (representando en este momento el papel masculino) junto a Dafoe vestido con el famoso vestido dorado y largo de lentejuelas (creación del director creativo de Burberry, Riccardo Tisci) caminando de la mano hacia el fuego. Los dos están sencillamente maravillosos.
El vestuario de Burberry juega un papel integral ya que sirve como un componente clave en el viaje de los personajes en cada escena y cada papel: Carmen, Tosca, Otello, Lucia di Lammermoor, Norma, Madama Butterfly y La Traviata.
7 Deaths of Maria Callas no es la primera experiencia teatral de Abramović. En 2011, con Bob Wilson, creó The Life and Death of Marina Abramovic en Manchester. Dos años después firma la coreografía del Bolero de Ravel en la Ópera de París para Sidi Larbi Cherkaoui y Damien Jalet. Una obra que desde el principio expresa un gran impacto (cuchillo, serpientes, fuego y, sobre todo, una gran cantidad de cielos muy nublados que parecen salir del escenario) pero y sobre todo, cuando vemos al final la elegante habitación parisiense donde la Callas muere y todos los muebles, espejos y cuadros, son cubiertos por lánguidos velos negros.
La luz se apaga y emerge cual diva de la ópera/performance nuestra Abramovic/Callas resplandeciente con el famoso vestido dorado de lentejuelas.
Se escucha en ese momento y por primera vez la voz de la Divina en “Casta Diva».
Fin.
«El teatro excita el alma y permite olvidarse de uno mismo» – Willem Dafoe.
Imposible vivir un homenaje mejor en el día de la mujer (8 de marzo, 2023) junto a María Callas, Marina Abramovic y a mi querida maga de la fotografía Dorothee Elfring – @doro_elfecon – con quien tuve el placer de compartir esta maravillosa experiencia.
Carolina de Pedro Pascual
+ fotos en 7 Deaths of Maria Callas de Marina Abramović
