En el año 1969, dos sicarios de la mafia italiana entraron al Oratorio de Palermo para robar la obra Natividad con San Francisco y San Lorenzo (1609) con un tamaño de 268 centímetros x 197 centímetros del pintor italiano Caravaggio. Desde ese momento, el paradero de la pintura era desconocido hasta ahora.
La policía no ha cesado su búsqueda en casi 50 años hasta que un integrante de la mafia, Gaetano Grado, que está preso por diversos delitos cometidos ha decidido confesar ante la Comisión parlamentaria antimafia y contar que había sucedido con la pintura de Caravaggio.
Cuenta que el clan se reunió para observar la pintura para demostrar su poder y de que eran capaces de cualquier cosa. Lo más lamentable es que cortaron la pintura en varias partes para venderlas en el extranjero a un valor más alto del real (la obra está valorada en 20 millones de dólares) en el mercado negro.
Gaetano Badalamenti, un capo de la mafia, fue el encargado de sacar el cuadro de Italia y llevarlo probablemente a Suiza. Grado ha reconocido a un anticuario suizo como la persona que se iba a ocupar de la venta de Natividad con San Francisco y San Lorenzo. Con estas pistas proporcionadas por Grado, la policía espera encontrar al Caravaggio perdido.
