El Tate St. Ives (Cornwall, UK) ha sido nombrado por el Art Fund de Inglaterra como el Museo del Año, un prestigioso reconocimiento cuyo premio principal es un jugoso incentivo en metálico que asciende a las £100.000, uno de los reconocimientos más lucrativos del mundo del arte. El galardón se ha entregado, en gran medida, debido a la ampliación del museo la cual fue terminada el año pasado.
Luis Benshimol, miembro de la junta directiva de la Fundación Cruz Diez, reportó este hecho en su portal oficial, informando que el director de Art Fund, Stephen Deuchar, destacó lo impresionante de la estructura a la hora de entregar el premio. “Es un museo profundamente inteligente y tan hermoso que quita el aliento”, aseguró, sobre todo refiriéndose a la extensión que duplicó el espacio del recinto.
Según Deuchar, la renovación y ampliación del museo proporciona el escenario perfecto para un programa curatorial atrevido, inclusivo y provocativo pues consta de una nueva ala que incluye una galería subterránea, una azotea con jardín y una cobertura en cerámica que refleja los colores del mar.
“La nueva galería se sumerge entre los peñascos y acantilados típicos de las costas de Reino Unido, beneficiándose de la luz natural que entra desde el abierto del mar y pasa por nuevos ventanales instalados en el techo”, han dicho sobre extensión los arquitectos encargados del proyecto, la firma Jamie Fobert, agregando: “Su exterior responde a la arquitectura original de St. Ives y las formas naturales de su línea costera”.
Explica Luis Benshimol que el Tate St. Ives abrió sus puertas en 1993, inicialmente para celebrar a los artistas que se sintieron atraídos por la luz de los pequeños pueblos costeros ingleses desde 1930 y que trabajaron sus conceptos allí. La lista incluye a Barbara Hepworth, Ben Nicholson, Alfred Wallis y Patrick Heron, artistas que aportaron gran fama a la propuesta original de construir un gran museo en una ciudad como Cornwall.