La Tate Modern de Londres cuenta con una de las sedes más grandiosas de Europa. Recientemente una serie de remodelaciones añadieron al reconocido museo británico un 60% más del espacio con el que contaba originalmente, brindando además a los turistas una torre de 10 pisos de donde se obtiene una grandiosa vista de la capital inglesa.

Sin embargo, el grueso de los visitantes que acuden a la Tate están más interesados en los atractivos arquitectónicos de este edificio que en los fondos permanentes y en las colecciones pasajeras que se exhiben en sus salas. Para subsanar esta apatía, la directiva de la pinacoteca inglesa ha decidido apostar por los artistas consagrados.

Por esta razón, la Tate Modern inauguró recientemente una exposición dedicada al escultor y pintor suizo Alberto Giacometti, uno de los artistas mejor cotizados en el mundo del arte. Su obra, que tiene algunos matices surrealistas, se caracteriza por sus espigadas esculturas antropomórficas.

Al menos dos de las piezas escultóricas de Giacometti han logrado colarse entre las cinco obras de arte más costosas de la historia. Una de ellas, Hombre señalando, alcanzó un precio en subasta de 141 millones de dólares en el año 2015.

Alberto Giacometti consiguió establecer relación con algunas de las figuras literarias más relevantes de su época, como por ejemplo André Breton, uno de los creadores del surrealismo, Samuel Beckett, Jean Paul Sartre y Simone de Beauvoir.

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