El pintor francés Paul Cézanne nació en 1839 en Italia, proveniente de una familia adinerada y de buena reputación. Desde muy joven recibió una esmerada educación con conocimientos humanísticos en el colegio Bourbon de su ciudad natal, es ahí donde establece relaciones con Émile Zola

Paul Cezanne (1839-1906) peintre francais vers 1880 — Paul Cezanne (1839-1906) french painter c. 1880

Posteriormente, inició estudios en una escuela de dibujo en Francia para luego matricularse, por influencia paterna, en la facultad de derecho, aunque pronto comprendió que su verdadera vocación era la pintura.

Al descubrirla, decide inscribirse en la Academia Suiza para preparar el examen de ingreso en la de Bellas Artes. No obstante, en esta incesante búsqueda de conocimientos, Cézanne visita el Museo del Louvre y descubre la obra de Carabaggio y de Velazque, las cuales marcaron profundamente su evolución artística.

A pesar de que el reconocido pintor aún no lograba definir su destino en las artes, no fue sino hasta 1862 cuando decidió consagrarse definitivamente a la pintura 

sintiéndose incapaz de pintar; regresó a Aix y aceptó un empleo en el banco de su padre, pero en 1862 decidió volver a París para consagrarse definitivamente a la pitura en la Academia Suiza, donde conoció a Guillaumin y a Pissarro. 

Gracias al contacto con este último, Cézanne daría un giro radical en su estilo, desligándose de toda norma académica y ligándose fuertemente con el arte que lo llevaría al éxito

Su influencia de los impresionistas los llevó a deleitar la importancia de pintar al aire libre, y, tras volver nuevamente a París en 1872, realizó una colección de paisajes en Louveciennes junto a Pissarro y otros artistas que inauguraron su denominado «período impresionista«. 

En 1878 se estableció casi permanentemente en Provenza, alcanzando progresivamente la madurez expresiva que iba a perfeccionar uno de los estilos más representativos e influyentes en el arte del siglo XX.

La tendencia constructivista de Cézanne fue uno de los aportes que brindó el pintor al movimiento cubista; además se convirtió en pionero de la concepción del color, que trató como elemento pictórico independientemente de la forma. 

De esta manera, compaginó el estilo directo y vivaz del impresionismo con la precisión en la composición, el ritmo y la cadencia en un intento de «solidificar el impresionismo», como él mismo declaró. Consagrado definitivamente en la retrospectiva que se le dedicó un año después de su muerte.

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