Rocío CuevasNOMBRE: Rocío

APELLIDOS: Álvarez Cuevas

LUGAR DE NACIMIENTO: León

FECHA DE NACIMIENTO: 1989

PROFESIÓN: Artista, fotógrafa y diseñadora freelance

 

A Rocío Cuevas la conocimos hace ya dos años, a principios de 2021, cuando presentó en el Espacio Vías de León su proyecto “Uno, ninguno y cien mil”, en el que abordaba lo real y lo aparente, el ser y el parecer, inspirándose en la novela del mismo nombre de Luigi Pirandello y valiéndose de imágenes en blanco y negro tomadas con procedimientos experimentales que, en algún caso, remitían a la pintura. Este trabajo, que la artista desarrolló en Roma, que se basa en el retrato y que también pudo verse hace unos meses en Camarote Madrid, adquirió la forma de fotolibro y forma parte de los fondos de la Biblioteca del MUSAC.

Licenciada en Bellas Artes en la Universidad de Salamanca, en la especialidad de fotografía y pintura (cursando un año en la Accademia di Belle Arti di Roma), Rocío cuenta también con un Máster en Arte Contemporáneo, Tecnológico y Performativo por la Universidad del País Vasco y ha presentado otras exhibiciones individuales en el Espacio Joven de Salamanca, la Galería Mediaadvanced de Gijón y la Casa de Cultura de Carrizo de la Ribera, mientras su participación en colectivas le ha llevado a espacios como el DA2 salmantino, el Centro Cultural de hispanohablantes de Ámsterdam, el Centro Cultural Juan Prado de Valdemoro, la Galería GimART y la Sala Fénix de Barcelona, los Museos de León y Zamora, el Palacio Butrón de Valladolid, la Galería Cinabrio de San Andrés del Rabanedo y el Espacio Joven de Valladolid.

Desde que inició su andadura hace algo más de una década, Cuevas ha sido finalista en el concurso fotográfico Ramón Aloy de Passanant Foto (2012), obtuvo el primer premio de fotografía San Marcos (2012) y el tercero, en la cateogoría de fotografía urbana, de Contemporánea Leonesa (2016); recibió en 2018 un áccesit en la convocatoria de Arte Joven de Castilla y León, el primer premio en la Romeo & Juliet Wine Label Competition (2019) y, el año pasado, fue finalista en el certamen Expositivos de León es Photo.

Se suma la artista a esta sección porque queremos saber más de su trabajo con las narrativas de lo ficticio y lo real, lo cierto y lo aparente; sobre su apelación al tiempo y las técnicas que emplea a la hora de idear representaciones fotográficas abiertas a lo fugaz y lo no nítido. Hablaremos aquí fundamentalmente de su fotografía, aunque, como apuntamos en la cabecera, esta autora leonesa también lleva a cabo proyectos de ilustración, diseño editorial, identidad visual, comunicación cultural y creación de contenido.

Rocío Cuevas. Uno, ninguno y cien mil, 2011
Rocío Cuevas. Uno, ninguno y cien mil, 2011
Rocío Cuevas. Uno, ninguno y cien mil, 2011
Rocío Cuevas. Fotolibro Uno, ninguno y cien mil, 2020

Conforme al esquema que conocéis, le hemos preguntado por sus comienzos; nos cuenta que sus inquietudes creativas llegaron en la infancia, en parte de la mano del estímulo familiar, y que sus inicios en la foto están muy ligados a la capital italiana: Mi afición artística viene desde pequeña. Con ocho años hacía pequeños cuentos ilustrados con un folio A4 doblado en varias partes que después vendía a mis compañeras de clase. Poco después, fascinada por las pinturas que mi madre hacía, me inicié en la pintura al óleo. Mi madre siempre fomentó mi interés creativo: pintábamos juntas, construíamos casetas, hacíamos todo tipo de manualidades y mirábamos muchos libros relacionados con el arte.

A la hora de escoger qué carrera estudiar lo tuve claro; me licencié en Bellas Artes por la Universidad de Salamanca en 2012. El año anterior lo pasé en la Accademia di Belle Arti di Roma, fue allí donde comencé a especializarme en el medio fotográfico como forma de expresión artística. Tras terminar la carrera realicé el Máster en Arte Contemporáneo, Tecnológico y Performativo en la UPV/EHU, donde centré mi investigación en aspectos referentes a la memoria (colectiva y familiar), la identidad y el tiempo. Actualmente trabajo como fotógrafa y diseñadora freelance en mi ciudad natal, León.

Rocío Cuevas. Cómo desaparecer por completo, 2022
Rocío Cuevas. Cómo desaparecer por completo, 2022
Rocío Cuevas. Cómo desaparecer por completo, 2022
Rocío Cuevas. Cómo desaparecer por completo, 2022

Los temas más presentes en su producción tienen que ver con lo identitario, los modos de mirar el pasado y las huellas del transcurso del tiempo en ambos aspectos, tanto desde una perspectiva individual como colectiva: En mi obra abordo aspectos referentes a la memoria, la identidad y el tiempo. Sitúo mi investigación en la delgada línea entre ficción y realidad, pasado y presente; donde puedo explorar narrativas y visualidades alternativas. Me interesa la memoria y la forma en que el tiempo y la historia le dan forma. En mi práctica artística, exploro la noción de identidad en un contexto de microescala, como las historias familiares, y a un nivel más macro, como la cultura popular, tradicional y contemporánea.

Y su lenguaje fundamental, que no único, es como venimos diciendo el fotográfico; trabaja ampliando sus fronteras y en su última propuesta, nos avanza, se abrirá a la performance: Suelo trabajar con el medio fotográfico, pero también realizo instalaciones y publicaciones. El proyecto que estoy desarrollando actualmente (Flores para Elena) tendrá, asimismo, acciones performáticas. Pese a que mi medio de lenguaje natural es la fotografía, intento expandir sus límites y abordar los proyectos de la forma que mejor puedan comunicar.

Rocío Cuevas. Flores para Elena
Rocío Cuevas. Flores para Elena

Sus puntos de referencia son muy diversos y tienen que ver con todo tipo de disciplinas creativas, no solo con la imagen. Entre los fotógrafos, suele fijarse en aquellos que incorporan lo lúdico a su producción: Mis influencias son muy variadas a la hora de desarrollar mis proyectos personales. Suelo partir de conocimientos e historias transmitidas en un entorno “familiar”. En ocasiones utilizo archivos como punto de partida de mis proyectos de investigación, pasando por la literatura y los relatos, el cine, la música, la danza, el paisaje o la relación del ser humano con la naturaleza.

Me fascina el trabajo fotográfico conceptual y el fino sentido de humor e ironía de Cristina de Middel, Alex Prager, Weronika Gesicka, Joan Fontcuberta o Jessica Walsh, por citar algunos de mis (muchos) referentes.

Rocío Cuevas. Flores para Elena (Hibridaciones)
Rocío Cuevas. Flores para Elena (Hibridaciones)

En cuanto a los proyectos fundamentales que ha desarrollado hasta ahora, elige Rocío comenzar por el más reciente, el citado Flores para Elena, aún en curso y de origen familiar y doméstico: Flores para Elena es un proyecto artístico multidisciplinar que aborda temas relacionados con la memoria, los cuidados, el hogar y nuestra relación con la naturaleza.

Este trabajo se adentra en el oficio que mi madre arrancó en 1989, con Flores Elena, y en el que permaneció hasta su jubilación. Para mí, supone una forma de reencontrarme con el hogar. Trabajo con las formas, las texturas y los colores de flores cultivadas en casa, para desarrollar una serie de instalaciones, acciones y fotografías cargadas de significado.

Realizo estas piezas como ofrenda y las coloco en interiores y al aire libre, en paisajes pertenecientes a nuestra biografía familiar. Después, me siento frente a ellas armada con mi cámara; intento captar su esencia junto a los lazos que nos unen. Fotografiar las flores supone al mismo tiempo un acto de recuerdo y de aprendizaje que establece una conversación con mi madre.

La primera parte del proyecto la compone una serie de hibridaciones de especies que jamás podrían darse en la realidad. Flores de aspecto real que sólo existen como imagen, generadas a partir de la combinación de imágenes y palabras clave mediante inteligencia artificial. Actualmente tengo un inventario de 40 especies de flores que no existen para Elena.

Rocío Cuevas. Flores para Elena (Hibridaciones)
Rocío Cuevas. Flores para Elena (Hibridaciones)
Rocío Cuevas. Flores para Elena (Hibridaciones)
Rocío Cuevas. Flores para Elena (Hibridaciones)
Rocío Cuevas. Flores para Elena (Hibridaciones)
Rocío Cuevas. Flores para Elena (Hibridaciones)

Trabaja también Rocío en Last Flowers, propuesta igualmente en curso y con las flores como eje, explorando esta vez su relación con la muerte y sus ritos: Last Flowers es un proyecto artístico que profundiza en los orígenes y la tradición popular de ofrecer flores a nuestros muertos; coronas, ramos y centros, como elementos estéticos que poetizan la arquitectura fría de una tumba.

En esta primera parte de la serie trabajo con arreglos de flor artificial, que han sido desechados en basureros próximos a cementerios los días previos al 1 de noviembre, Día de Todos los Santos. En la mayoría de las familias de tradición católica la cultura popular dicta que visitemos las tumbas y llevemos flores a nuestros difuntos ese día. Uno de los roles reservados principalmente a las mujeres es encargase de acicalar y cambiar las flores en la tumba de los suyos antes de la misa.

Superpongo decenas de fotografías en capas a baja opacidad para registrar el transcurso desde que estas flores comienzan a iluminarse por una pequeña llama hasta que se consumen. Identifico así la flor con el cuerpo, en el registro del tiempo el cambio de forma y materia, la vida y la muerte, el recuerdo.

Rocío Cuevas. Last flowers
Rocío Cuevas. Last flowers
Rocío Cuevas. Last flowers
Rocío Cuevas. Last flowers
Rocío Cuevas. Last flowers
Rocío Cuevas. Last flowers

Ha abordado, asimismo, la relación estrecha de su provincia con la agricultura partiendo de testimonios orales, en Imaginarium; en esta serie también continúa inmersa: Imaginarium es un proyecto que aborda la memoria colectiva de arraigo agrícola de la provincia de León.

La dinámica del proyecto tiene su punto inicial en la investigación de relatos de la tradición oral leonesa. Centrándome en una selección de etnotextos, basados en saberes atmosféricos, se sitúan los indios que continúan vivos de la misma voz de sus habitantes y se recrean, gráfica y visualmente, los relatos descritos, partiendo de los lugares reales en los que se describe la historia, interpretando y adaptando la iconografía generada al entorno y momento presente.

Rocío Cuevas. Imaginarium
Rocío Cuevas. Imaginarium

El año pasado dio forma a Cómo desaparecer por completo, un trabajo con trazos de ironía en el que trató de diluir sus pasadas huellas: En Cómo desaparecer por completo exploro la posibilidad de no haber llegado a existir, tan (o más) probable que la de estar hoy aquí. Reviso mi álbum personal: citas, notas en cuadernos, pinturas y dibujos en los que aparezco, para eliminarme, dificultar mi reconocimiento o autoría. Y compongo un nuevo álbum, intervenido, donde el relato del “yo” es desplazado hacia historias alternativas que dan paso a ficciones y relatos de vida compartidos.

Intervengo mi propia historia. Los acontecimientos registrados. Las relaciones y vínculos generados. La familia, el amor y las amistades. Mis anhelos y fracasos. Trabajo con archivos que son producto de la subjetividad en el espacio de lo cotidiano.

Rocío Cuevas. En Cabarceno. Serie Cómo desaparecer por completo, 2022
Rocío Cuevas. En Cabárceno. Serie Cómo desaparecer por completo, 2022
Rocío Cuevas. Retrato con balde. Serie Cómo desaparecer por completo, 2022
Rocío Cuevas. Retrato con balde. Serie Cómo desaparecer por completo, 2022
Rocío Cuevas. Retrato de comunión. Serie Cómo desaparecer por completo, 2022
Rocío Cuevas. Retrato de comunión. Serie Cómo desaparecer por completo, 2022

Se refiere, por último, Cuevas al proyecto del que comenzábamos hablando, que realizó en Italia en 2011, Uno, ninguno y cien mil: Esta es una obra germinal realizada en Roma e inspirada en la novela homónima de Luigi Pirandello. Aquí desarrollo una investigación visual sobre la identidad y las apariencias con un estilo de fotografía experimental y pictórico, conceptualizado en blanco y negro.

Mediante el retrato de diferentes personajes se propone un juego del ser y el parecer, con el que abordar la problemática de las apariencias a las que damos valor de realidad y, al tiempo, hablar sobre el mismo acto de observar y ser observados.

En 2021 (diez años después) pude mostrar este trabajo por primera vez en el Espacios Vías de León, gracias a la convocatoria CUL’20. Posteriormente realicé un fotolibro autoeditado con una tirada de 25 ejemplares que se mostró en EA! Encuentros de autoedición, en el Espacio Joven de Valladolid en 2021, y en el Camarote Madrid de León en 2022.

Sabemos también qué será lo próximo; tiene previstas la artista dos exposiciones leonesas: Ahora mismo tengo varios proyectos en activo, estoy especialmente centrada en Flores para Elena y Last Flowers en estos momentos. A finales de abril tendré una exposición sobre el proceso de construcción de portadas para la Colección de libros “A Cuentagotas”, en el MIHACALE de Gordoncillo. Y para 2024 tengo programada una exposición individual en la Galería Espacio-E de León.

Podemos seguir sus pasos, aquí: https://rociocuevas.com/

Rocío Cuevas. Uno, ninguno y cien mil, 2011
Rocío Cuevas. Uno, ninguno y cien mil, 2011
Rocío Cuevas. Uno, ninguno y cien mil, 2011
Rocío Cuevas. Uno, ninguno y cien mil, 2011
Rocío Cuevas. Uno, ninguno y cien mil, 2011
Rocío Cuevas. Uno, ninguno y cien mil, 2011

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