Arturo Zaragoza es el comisario de la exposición Memorias olvidadas, que recopila buena parte de las piezas que componen la escultura gótica valenciana y las pone al alcance del espectador en el Centro del Carmen.

El arquitecto español asegura que la exposición surgió de un hallazgo fortuito, cuando subido en un andamio en la iglesia colegial de Gandía, consiguió una clave de bóveda medieval cuidadosamente tallada, que merecía ser rescatada del olvido de las alturas, para ponerla al alcance de la vista de todos.

Memorias olvidadas surge de lo alto de un andamio, como bromea Zaragoza, desde donde se obtienen las mejores vistas de numerosas figuras que poseen un enorme valor patrimonial. La exposición está compuesta de 58 fotografías que fueron manejadas con una novedosa técnica que nos permite apreciar las diversas policromías empleadas por los artesanos de la época.

Esta exposición es, a su vez, un proyecto de restauración que va detrás del rescate de esas valiosas piezas olvidadas, verdaderas obras del arte del período gótico que fueron colocadas, por artesanos, escultores y arquitectos en un lugar que no alcanza el ojo humano, y rescatadas por Zaragoza.

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