En España, cuatro de cada cinco edificios son energéticamente ineficientes. Este es el dato que ha revelado el estudio  Informe País Green Building Council España (GBCe). Esto significa que el 82% del suelo construido en nuestro país no cuenta con los niveles adecuados de aislamiento térmico o que incluso carecen de él, lo que provoca un consumo energético elevado y un impacto negativo en el medio ambiente. Según datos de la Comisión Europea, los edificios son responsables del 40% del consumo energético de la Unión Europea.

Esto se debe a que la mayoría de estos edificios fueron construidos hace varias décadas, cuando los estándares de eficiencia energética no eran una preocupación. Con el tiempo, la sensibilidad medioambiental ha aumentado considerablemente con la consciencia sobre la urgencia de proteger nuestro planeta y sus recursos naturales. La reducción del consumo energético es uno de los pasos claves para conseguir este objetivo.

En este contexto, el futuro de la construcción se decanta por la elección de materiales sostenibles con buenas características de aislamiento. Las posibilidades son muchas y variadas. En el post de hoy hablamos sobre una opción con características muy interesantes de aislamiento entre otros beneficios: la cerámica.

La naturaleza y producción de la cerámica

Arcilla, agua y fuego son las tres materias primas naturales que se necesitan para la fabricación de la cerámica. El componente principal, la arcilla, es uno de los recursos más abundantes en el planeta, siendo inagotable desde el punto de vista geológico.

El proceso de producción de la cerámica es altamente eficiente en términos de consumo energético pues se trata de un procedimiento muy sencillo: la arcilla se mezcla y amasa con agua para posteriormente moldearse y secarse en un horno.

Hay que tener en cuenta que la cocción de las piezas de cerámica se realiza a altas temperaturas, con la consecuente emisión de C02 que implica, mucho mayor que los procesos de producción de otros materiales sostenibles como la piedra natural.

A pesar de esto, el propósito de la industria cerámica de contribuir al ahorro energético y a la reducción de emisiones de gases de efecto invernadero se ha acentuado en los últimos tiempos mediante el empleo de plantas de cogeneración de alta eficiencia, la utilización de biomasa o la instalación de placas fotovoltaicas en sus fábricas.

Propiedades de la cerámica

La cerámica lleva utilizándose en arquitectura desde tiempos milenarios, destacando por su versatilidad de aplicaciones: la fabricación de ladrillos, baldosas, tejas y otros elementos estructurales y decorativos. Las propiedades de este material explican su amplio uso como elemento de construcción:

  • Resistente. La cerámica resiste fácilmente a las inclemencias del clima, sin deformarse ante la presencia de altas temperaturas o cambios bruscos en el ambiente. A su vez, también tolera la exposición a químicos, ácidos y alcalinos y tiene capacidad para soportar altas cargas, por lo que es una opción ideal para suelos.
  • Perdurable. Gracias a su gran capacidad de resistencia, este material envejece sin apenas alterar su aspecto. Prueba de ello son las piezas de cerámica milenarias de antiguas civilizaciones que se conservan en sorprendente estado en los museos.
  • Aislante. La cerámica tiene una gran capacidad aislante, tanto térmica como acústica. Debido a su baja conductividad térmica, ayuda a mantener una temperatura confortable en el interior de los edificios en todas las épocas del año. Además, su alta masa térmica permite regular la temperatura en el interior de los edificios de manera más eficiente, lo que se traduce en un menor consumo de energía para la climatización. También reduce significativamente la transmisión del sonido, lo que la convierte en una excelente opción para la construcción de paredes y techos en espacios con necesidades acústicas especiales.
  • Segura. Otro punto para tener en cuenta es que su naturaleza inorgánica su proceso de fabricación a altas temperaturas favorecen que la cerámica sea un material libre de sustancias nocivas para la salud. A este beneficio por naturaleza se le suman los avances tecnológicos, que han hecho posible la creación de recubrimientos cerámicos con acción bactericida que contribuyen a la mejora de la calidad del aire.

Una industria tradicional que camina hacia la innovación

La industria cerámica se encuentra en constante evolución para mejorar su impacto medioambiental y adoptar prácticas más sostenibles. En los últimos años, se ha invertido en la investigación y desarrollo de nuevos materiales y tecnologías que permitan reducir el consumo de energía y materias primas, minimizar los residuos y reducir la huella de carbono en el proceso de fabricación de los materiales cerámicos.

Entre los proyectos innovadores más recientes destaca la propuesta de la firma italiana Sapienstone, distribuida en España por Cupa Stone, basada en el uso de tecnología 4D con la que se consigue un material más durable y con asombrosas cualidades estética. Además, la nueva tecnología hace de este producto una de las opciones de cerámica más sostenibles del mercado, ya que está compuesta por minerales 100% naturales y con una producción de mínimo impacto ambiental.

Revestimiento de cocina con cerámica 4D. © Cupa Stone, distribuidora en España de Sapienstone.

Elegir opciones más sostenibles en la construcción y la decoración de nuestros hogares es una forma práctica y efectiva de contribuir a la conservación del planeta, asegurando un mejor futuro para las próximas generaciones. Al mismo tiempo, permite disfrutar de un ambiente más saludable y confortable en el que vivir, convirtiendo nuestro hogar en un espacio en armonía con la naturaleza.

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