Experimento de exposición a estrés térmico del alga A.utricularis en el lab. base Profesor Julio Escudero |
Un equipo de investigación
liderado por la Dra. Fernanda Rodríguez Rojas del HUB Ambiental de la
Universidad de Playa Ancha (UPLA), está desarrollando un innovador estudio que
busca comprender cómo las macroalgas antárticas se adaptan a los efectos del cambio
climático, con un enfoque especial en la interacción de estas con su
microbioma.
El proyecto titulado “El
holobionte de macroalgas antárticas: desvelando el papel del microbioma frente
al cambio climático”, forma parte del Programa Nacional de Ciencia Antártica
(Procien) y es financiado por el Instituto Antártico Chileno (INACH).
Este esfuerzo
multidisciplinario reúne a especialistas de la Universidad Técnica Federico
Santa María, la Universidad de Magallanes, la Universidad Autónoma de Talca y
la Universidad Técnica de Dinamarca, para investigar cómo algunas macroalgas
antárticas podrían resistir los incrementos de temperatura del mar proyectados
para finales de siglo.
Los escenarios más negativos
del cambio climático predicen un aumento de temperatura del agua del mar de
hasta 6 ºC para esa fecha, siendo los ecosistemas de altas latitudes los más
vulnerables.
Las regiones polares son
adecuadas para explorar las respuestas de los organismos a dichos cambios.
“Recientemente, se ha demostrado que algunas macroalgas antárticas pueden
resistir dicho aumento de temperatura”, señala Rodríguez.
Equipo de trabajo del proyecto RT_30-2 |
Las macroalgas son organismos
claves en los nichos intermareales, porque ofrecen refugio y alimento a muchos
microorganismos.
A su vez, estos microorganismos ayudan a las macroalgas a
adaptarse mejor a su entorno, como tolerar cambios ambientales.
Esta relación
entre la macroalga y los microorganismos que viven en ella se denomina
“holobionte”.
Aunque es una interacción
importante, el microbioma de las macroalgas antárticas aún no ha sido estudiado
a fondo y tampoco se entiende completamente cómo los metabolitos que producen
estos microorganismos contribuyen a que las macroalgas soporten el aumento de
temperatura.
“Este proyecto tiene como
objetivo estudiar cómo la interacción entre el microbioma y la macroalga
antártica colaboran en conjunto para promover la tolerancia del holobionte a
los aumentos de temperatura proyectados hacia finales de siglo debido al cambio
climático.
Nos enfocamos en caracterizar la composición del microbioma, evaluar
el estado de salud de la macroalga (hospedero) y analizar los metabolitos
producidos por los microorganismos bajo condiciones de estrés térmico,
comparando escenarios de 2 °C y 8 °C”, señala la investigadora de la
UPLA.
El estudio se enfoca en la
macroalga Adenocystis utricularis, que es muy importante en las zonas costeras
porque forma praderas. Las investigadoras quieren entender cómo los
microorganismos que viven en su superficie ayudan a la macroalga a soportar el
calor extra provocado por el cambio climático.
“Para lograr esto, estamos
caracterizando los microorganismos de la superficie de la macroalga y cómo
reaccionan al calor; se examinará cómo estos microorganismos afectan la salud
de la macroalga cuando aumenta la temperatura, identificaremos los metabolitos
que estos microorganismos producen y cómo podrían ayudar a la macroalga a
sobrellevar el estrés térmico”, finaliza Rodríguez.
Pradera de algas en la zona del intermareal rocoso isla Rey Jorge |
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