Un repaso a los últimos grandes éxitos comerciales nos lleva a pensar que hay un pequeño cambio de intereses por parte del público. Mientras que las franquicias veteranas con cinco o más entregas han visto cómo se están quedando por debajo de lo esperado y lo habitual, han sido las propiedades nuevas con potencial de franquicia como ‘Barbie‘ o cosas originales como ‘Oppenheimer‘ las que más interés han suscitado, convirtiéndose en las historias mejor valoradas.
Las secuelas siguen teniendo la mayor capacidad inmediata de generar atracción, pero el público empieza a reclamar otras historias a las que engancharse. Esa pequeña de oportunidad se le ha escapado a una de esas películas que podría ser tratada de éxito moderado de no ser por su presupuesto abultado, acercándola al fracaso comercial. Aunque la llegada al streaming y los formatos domésticos está manteniendo fresco el interés en ‘Dungeons & Dragons: Honor entre ladrones‘.
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Atracadores y espadachines
Por capacidad de diversión y por efectividad en su factura, esta adaptación del mítico juego de rol es uno de los mejores blockbusters que hemos podido ver recientemente en salas de cine. Los directores cómicos John Francis Daley y Jonathan M. Goldstein cumplieron con creces en su proyecto más ambicioso, dando frescura a este mundo y aprovechando al máximo un buen reparto en una película que te recomiendo disfrutar (o redescubrir) hoy en streaming: está disponible para ver a través de Netflix. Si no tenéis acceso a ninguna cuenta de esta plataforma, también podéis encontrar la película en el catálogo de Movistar Plus+.
La historia sigue a Chris Pine dando vida a un antiguo guerrero arpista que se reconvierte en ladrón para sostener a su familia. Tras un golpe que sale mal, él y su compañera bárbara Holga (Michelle Rodriguez) son encarcelados. Tras su escape, descubren no sólo que su antiguo compañero de atracos (Hugh Grant) se ha reconvertido en lord de enorme riqueza, sino que conspiró para meterlos en prisión y se ha aliado con una hechicera de intenciones malignas. Los dos ladrones reclutarán a un mago torpe (Justice Smith) y una druida cambiaformas (Sophia Lillis) para acabar con sus planes.
Daley y Goldstein muestran una pericia bastante notable para darle dinamismo y credibilidad a este mundo. Quitando un par de momentos donde se vuelve festival de CGI ininteligible, la película muestra valores de producción y capacidad para sacar adelante ideas chaladas (como el dragón principal de la función). También se valen de su pasado en la comedia para darle frescura a los personajes a través de la improvisación de los actores.
‘Dungeons & Dragons: Honor entre ladrones’, artesanía y diversión
Su buen uso del humor va en perfecta sintonía con la elaboración del arco dramático de los personajes, con los que resulta fácil encariñarse. Son elementos, como su talento visual alejado de la pereza algorítmica, que ya mostraron en estupendas películas como ‘Noche de juegos‘, capaces de tener ambiciones comerciales desde la factura artesanal.
La película recupera muchos referentes del cine de aventuras y fantasía, con magia y espadachines por doquier además de criaturas deslumbrantes así como poco comunes. También tira de elementos de otros géneros, como el humor de la comedia de acción o el trepidante ritmo del thriller de atracos en determinadas secuencias. Todo está integrado con pasmosa naturalidad y ofrece un rato de diversión infalible. Por encima de otros intentos desesperados de franquicia (aunque esta verdaderamente merece lanzar la suya propia).
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