Apodado el «mini Picasso» por la prensa alemana, este niño nacido en Colonia vende cuadros en todo el mundo que valen miles de euros con solo siete años, ya se ha hecho un nombre en el mundo del arte. Hay interés por él en Francia y Estados Unido, asegura a la AFP su padre y agente, Kerem Akar.

Akar cuenta que descubrió el don de su hijo por casualidad: cuando cumplió cuatro años le regaló un lienzo y unos pinceles porque «ya tenía suficientes cochecitos y figuritas para jugar». 

«El primer cuadro era fantástico, primero pensé que mi esposa lo había pintado», pese a que ella no es artista. «Pensé que podía ser una coincidencia, pero después de su segundo y tercer cuadro, estaba claro que tenía talento».

Hace poco se vendió una obra de su última colección por 11.000 euros en beneficio de la asociación para niños patrocinada por Manuel Neuer, portero del seleccionado de fútbol alemán.

Sus cuadros de colores brillantes recuerdan el expresionismo abstracto del estadounidense Jackson Pollock, que es uno de sus ídolos, al igual que dos artistas que alcanzaron la fama muy jóvenes: Jean-Michel Basquiat y Michael Jackson.

Pero el niño presume de haber desarrollado su propio estilo: aplica pintura sobre el lienzo equipado con los guantes de boxeo de su padre. 

«Ver tal equilibrio y tanta armonía en la composición, es algo que no me esperaba de un niño», exclama Arina Daehnick, una fotógrafa de Berlín, durante una presentación a mediados de diciembre de las obras del artista en la capital alemana.

Diana Achtzig, directora de la galería de arte contemporáneo Achtzig en Berlín, dijo estar impresionada por «la imaginación y la variación» de Mikail Akar: «Siempre que tenga a alguien que lo apoye y que no lo explote, tiene un futuro brillante por delante

El joven artista tiene otros sueños: «Cuando sea mayor, quiero ser futbolista profesional», afirma, antes de contar emocionado y con todo lujo de detalles una reciente victoria por 8-0 con su equipo del colegio. 

No hay comentarios

Dejar una respuesta

2 × 4 =