El nacimiento de Julio Cortaza coincidió con el inicio de la Primera Guerra Mundial lo que generó que sus padres permanecieran más de lo previsto en Europa. No obstante, su infancia no transcurrió ahí, en 1918, a sus cuatro años de edad, se desplazó con sus padres a Argentina para radicarse en el suburbio de Banfield.

Luego de completar sus estudios primarios, siguió los de magisterio y letras durante cinco años complementando sus conocimientos dedicando sus días libres como maestro rural. En 1951 viajó a París por obtener una beca y junto a ellos adquirió un trabajo como traductor en la Unesco que le permitió afincarse definitivamente en la capital francesa.

Para ese entonces Julio Cortázar ya había publicado en Buenos Aires el poemario Presencia con el seudónimo de “Julio Denis”, el poema dramático Los reyes y una de sus primeras series de relatos breves, Bestiario, en la que se insinúa la profunda influencia de Jorge Luis Borges en su vida.

A mediados de los 60, Julio Cortázar se convirtió en una de las principales figuras del llamado “boom” de la literatura hispanoamericana y disfrutó del reconocimiento internacional con el mismo renombre que gozaban grandes protagonistas situados en esa categoría: Gabriel García Márquez, Mario Vargas Llosa, los mexicanos Juan Rulfo y Carlos Fuentes, los uruguayos Juan Carlos Onetti y Mario Benedetti, Jorge Luis Borges y Ernesto Sábato, entre otros.

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