Esta semana hemos conversado con el equipo de GCA Architects, una firma internacional de arquitectura y diseño con sede en Barcelona y Madrid. Valores como la calidad, la sostenibilidad y la innovación son aspectos que integran en cada proyecto, a través de principios de diseño responsables, procesos constructivos más eficientes y tecnología de vanguardia, como BIM e Inteligencia Artificial.
Entrevista
¿Cómo y cuándo nace el estudio de arquitectura?
GCA Architects nace de una joven amistad entre Josep Juanpere y Antonio Puig. Se conocieron cuando estudiaban arquitectura en la facultad. Su conexión fue inmediata y su pasión por el diseño y la innovación los llevó a trabajar juntos para otros estudios después de graduarse. Sin embargo, su visión compartida, su ambición y el deseo de crear algo grande los impulsaron a emprender su propio proyecto, dando vida en 1986 a lo que hoy conocemos como GCA Architects.
Desde sus inicios, la vocación de Josep y Antonio era clara: querían crear algo significativo y duradero. Soñaban con formar una agrupación de arquitectos que no solo compartiera afinidad en el pensamiento arquitectónico, sino también una profunda conexión en su manera de ver el mundo y enfrentar los desafíos del diseño. Aspiraban a llevar su visión y creatividad a escala internacional y no sólo a realizar proyectos locales.
Entonces llegó la colaboración que supondría un antes y un después en su trayectoria. SOM Skidmore, Owings & Merrill, un gran estudio de arquitectura estadounidense con oficinas repartidas por todo el mundo y un equipo de más de 800 personas, se asociaría con Josep y Antonio para llevar a cabo el proyecto de la emblemática torre del Hotel Arts en Barcelona. La oportunidad de ver su sueño materializarse y aprender de la metodología de trabajo y la organización de todo un referente.
En el tiempo, hemos continuado nuestra consolidación expandiéndonos nacional e internacionalmente, desarrollando una reputación por el enfoque único y la capacidad de adaptar nuestro estilo a diferentes culturas y contextos.
Una de nuestras características más distintivas ha sido siempre la dedicación a la innovación. Desde sus primeros días, Josep y Antonio se esforzaron por desarrollar su propia vertiente de diseño, combinando la funcionalidad con la estética y buscando constantemente nuevas formas de mejorar y sorprender. Esta búsqueda incesante de la excelencia y originalidad se ha mantenido como un pilar fundamental, guiando cada proyecto y cada decisión.
Hoy, podemos decir que GCA Architects sigue siendo un testimonio de la amistad, la visión y el esfuerzo conjunto de dos jóvenes que se atrevieron a soñar en grande. Su legado no sólo se refleja en los proyectos que hemos diseñado, sino también en la comunidad de arquitectos y pensadores que somos, todos unidos por una pasión compartida y una dedicación incansable a la arquitectura y el diseño.
¿Cómo es vuestra metodología a la hora de afrontar los proyectos?
Partimos siempre de un análisis profundo del lugar, especialmente a nivel histórico y cultural, lo que nos ayuda a reconocer la identidad única y propia del proyecto. A partir de aquí, trabajamos en equipo de una manera transversal, de modo que los diferentes departamentos dan apoyo a todos los proyectos en sus distintas fases.
¿Existe algún material sostenible por el que sintáis predilección? ¿Por qué?
Entendemos la arquitectura desde su esencia de luz y espacio, construida a través de la reinvención de los materiales de forma innovadora a la vez que artesanal, para ofrecer espacios vibrantes que generen emoción y bienestar en las personas que los usan.
Cada proyecto construye su propia materialidad en base a materiales como la madera, que almacena CO2 durante su crecimiento gestionado, y la vegetación, pero también otros, como la cerámica de carácter local y con bajo impacto de fabricación, o incluso la piedra.
Vuestro estudio se caracteriza por el uso de la tecnología BIM, ¿cuáles son las ventajas de este modelo a la hora de diseñar edificios sostenibles?
BIM no es otra herramienta de dibujo, es una metodología para desarrollar proyectos arquitectónicos que abarca todas las fases, desde el diseño en sus distintas etapas, la construcción y la puesta en marcha y mantenimiento de un activo. Se fundamenta en el uso de modelos digitales en los que se integra toda la información necesaria y que son compartidos entre todos los agentes involucrados, en un contexto colaborativo y transparente.
Algunas de sus principales ventajas son la mejora de la coordinación entre los agentes implicados en el proyecto, permitiendo una toma de decisiones más informada; el aumento de la eficiencia y el ahorro de costes al identificar y resolver conflictos de diseño en fases tempranas; la mejora de la capacidad para simular y analizar el rendimiento de los edificios, que deriva en una mayor eficiencia energética; el aumento de la productividad; la mayor precisión en la estimación de costes en todas las fases; o la optimización del seguimiento del progreso de la obra.
¿Creéis que la Inteligencia Artificial (IA) va a suponer un antes y un después en el modo de entender la arquitectura?
A corto plazo, no, y mucho menos en el modo de entenderla. Esto permanecerá inalterable como expresión artística y como reflejo del momento sociocultural en que se emplaza. Lo que va a cambiar radicalmente es la manera en que podemos producir el material necesario para llevar a cabo los proyectos, que será mucho más ágil y exacto.
Es obvio que la máquina es más capaz que el ser humano en cuanto a precisión y velocidad, pero la conceptualización del proyecto y la concepción de la idea dependen aún del ser humano y de nuestra forma de entender la vida y el contexto. Quizás en un futuro no muy lejano podremos entrenar una IA para que haga el mismo proceso mental que el arquitecto…, pero, por ahora, no es tan sencillo.
En el presente, la IA se está convirtiendo en una nueva herramienta que nos ayuda a explorar diferentes soluciones y alternativas de una forma más ágil. Está en una fase de desarrollo muy intensa y ya tenemos resultados muy prometedores en campos como la visualización o la gestión de información.
En nuestra oficina ya utilizamos herramientas basadas en la IA que nos permiten comparar en fases iniciales de diseño diferentes alternativas, analizando aspectos como la incidencia solar, la capacidad de generar energía solar o el carbono embebido, entre otros, optimizando la propuesta arquitectónica que desarrollaremos.
La vegetación suele tener un papel protagonista en vuestros proyectos, ¿cómo influye el diseño biofílico en el bienestar de las personas?
La innovación en sistemas para construir espacios adaptados a las necesidades de las personas que los habitan y albergar así el futuro que está por venir es parte fundamental de nuestro ADN.
La integración de la vegetación en las fachadas nos permite mejorar el comportamiento térmico del interior, refrescando en verano y aislando en invierno; reducir por ello el consumo energético; filtrar partículas contaminantes; y amortiguar en parte el ruido exterior.
También influye en el bienestar de las personas, integrando la biofilia. Este enfoque se entiende como el hecho irrefutable por el cual nos encontramos vinculados a la naturaleza, un contacto esencial para nuestro pleno desarrollo físico y psíquico.
¿Qué proyecto o proyectos destacarías especialmente? ¿Por qué?
Destacaríamos tres proyectos. El primero de ellos es el Centro de Día Rosa Maria Vivar para personas con Alzheimer, un proyecto que aporta sustancialmente al entorno social y en el que intervinimos altruistamente. En él se potencia la relación con la luz y los espacios exteriores y hemos ahorrado el 100% de las emisiones con un edificio de madera CLT de un nivel de altura.
El segundo es Badávila Oficinas, la principal innovación en este proyecto a nivel estructural consiste en el desarrollo de un sistema off-site de prelosas postensadas en forma de ‘T’ que, sometido a esfuerzos de compresión después del vertido y fraguado del hormigón, permitiéndonos lograr reducir un 30% de hormigón (lo que equivale, en este caso, a un 20% de ahorro de CO2) mediante el uso de sistemas industrializados optimizados.
En tercer lugar, SMART22@, un proyecto en el que hemos utilizado materiales de proximidad y bajo impacto, como la cerámica, generando espacios con vegetación de relación entre personas e integrando tecnología fotovoltaica de alta eficiencia.
¿Creéis que la sociedad está concienciada sobre la necesidad de implementar propuestas arquitectónicas sostenibles para cuidar el medio ambiente?
Aunque la conciencia sobre la sostenibilidad ha crecido significativamente en los últimos años, como una tendencia ineludible en todos los sectores, todavía hay mucho camino por recorrer. La sociedad está cada vez más informada y preocupada por el impacto ambiental, lo que se traduce en un mayor interés en soluciones arquitectónicas sostenibles. Sin embargo, esta concienciación no siempre se traduce en acciones concretas o en el compromiso de optar por edificios sostenibles, en gran medida por desconocimiento de las opciones, los costes, la falta de incentivos o la limitación de alternativas, aunque en el mercado cada vez encontramos más alternativas.
Para lograr un cambio real es fundamental seguir educando a la sociedad sobre los beneficios de la arquitectura sostenible, facilitar el acceso a estas propuestas y lograr que las prácticas sostenibles se democraticen, siendo más asequibles y comunes. Nos encontramos en esa transición.
Gracias al equipo de GCA Architects por dedicarnos su tiempo y permitirnos conocer su trabajo.