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Bajo la máxima universal “Ojos que no ven, corazón que no siente”, una máxima que encierra una vida, llega al Palacio de Neptuno de Madrid toda una experiencia: la de Frida Kahlo, un auténtico símbolo. Hasta el 29 de mayo de 2022

El Palacio de Neptuno acoge hasta el próximo mes de mayo la que será, sin duda, una vivencia única, multidisciplinar, de esas que uno no puede perderse, por como está concebida, para todos aquellos acólitos de esta singular y carismática creadora que se pintó a sí misma, porque… Según ella, “es a quién mejor conoce”. Y sobre todo para aquellos que aún no saben lo que significa el universo Frida.

De la mano productora de Next Exhibition, referente mundial en el edutainment, y en colaboración con la Frida Kahlo Corporation, el proyecto, de fuerte carácter innovador y tecnológico, muestra “una selección visual de importantes elementos de las diferentes etapas de su vida”, como afirma su comisaria y coordinadora, durante diez años, del coleccionismo y su registro, Alejandra López., “pionero en el eje del Arte madrileño”, como apunta su manager.

Revela información de sus cuidados personales. La intimidad de sus encuentros, captados, de manera magistral, por relevantes fotógrafos. Así como numerosos hitos en la Historia de México y el mundo. Frida refleja una nueva era. Claro exponente “de independencia, feminismo y fuerza” para su y posteriores generaciones.

Un must en el calendario de las citas artísticas para ver y sentir, porque aquí hay que tener los ojos bien abiertos, para no perderse ni un ápice,  para llenarse de todo el color que, como purito arte mexicano, irradia la belleza de toda una agitada vida con sus luces y sombras. Una mirada intima y “privada” de la artista más conocida y admirada del país azteca.

Un viaje icónico y temático

Se trata de un viaje dividido en tres partes, con una sensacional puesta en escena. Como su bienvenida, de realidad virtual, que abre las puertas de la Casa Azul de la artista,  enclave esencial de su biografía y actual sede de su museo en Ciudad de México, que te transporta, volando, al interior de su particular Edén, de guacamayos y panteras que deambulan en su imaginario retrato de vida, donde se fraguaron tantos de sus sueños, también truncados, que van sucediendo, y hacen participe al espectador de su cronología: niña soñadora, mujer amante y amada, adulta postrada, que invade la tuya como un río vital de aquellos turbulentos años de finales del siglo XX, gracias al magistral efecto que consigue el videomapping.

Hasta 38 instantáneas clave, divididas en siete núcleos temáticos. Infancia sin lujos y adolescencia pobre. Paso joven al amor  “tormentoso” de Diego Rivera, el vuelo pacifico de una paloma y la demoledora compañía del elefante. Su pasión por la Naturaleza y sus creaciones, sus queridas mascotas.

La llegada a su vida del Surrealismo inesperado, André Bretón y su inquietud por su obra.  La estela de su impronta de tocados florales y calzado en sus peculiares atuendos.  La relación con sus amigos, desvelada, expuesta, fragmentos de vida, como su amante.

Y el desenlace final, cuerpo frustrado en cama y muerte tras la angustia y el desasosiego que genero su accidente en aquel fatídico 17 de septiembre de 1925, que la postró y giró su vida para siempre como un motor impulsor de cambio, ya alterada también por otro accidente interior, según ella, “mucho peor” como es, a veces, el amor.

El itinerario se completa con un circuito fotográfico, la proyección de un documental inglés, de 1984 en VO, “Frida Khalo and Tina Modotti”, de Peter Wollen y Laura Mulvey  Y un área infantil, para que los más peques puedan llegar a entender a esta triunfadora de la vida, por su capacidad de reacción y resistencia ante la adversidad.

En definitiva, “un viaje emocional para conocer a una mujer única, vivirla y comprender su esencia, su fuerza, su valor, su talento y su inmenso amor”. Porque aquí, los ojos si ven, se empapan y guían al corazón que palpita, ahora hecho recuerdo virtual, de una grande, más allá de su peculiar seña de identidad.

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