Aunque las hermanas Brontë decidieron publicar bajo seudónimo utilizando nombres masculinos como: Currer Bell, Ellis Bell y Acton Bell, las novelas que Charlotte, Emily y Anne compartieron en su momento con el público británico, terminaron convirtiéndose en grandes piezas de la literatura universal, haciendo inmortales sus nombres.

Emily Brontë es mundialmente conocida por su obra Cumbres borrascosas, una novela que en su época solo fue víctima de críticas, especialmente por la técnica narrativa adoptada por la autora. No obstante, mucha gente desconoce la labor poética de Emily, considerada por los estudiosos contemporáneos, una de las mejores poetisas en lengua inglesa.

En el año 1846, Charlotte descubrió por accidente los poemas que escondía su hermana Emily. Al llevar a cabo el afortunado hallazgo, la mayor de las Brontë se sintió admirada por el talento de la autora de Cumbres borrascosas, y las tres escritoras decidieron publicar el libro en conjunto.

Solo consiguieron vender dos ejemplares del libro, y entre los versos que se agrupan en esta antología, fueron los de Emily y luego los de Anne los que consiguieron los mejores comentarios, estaba visto que Charlotte estaba hecha para la narración, no para los versos, talento que podemos comprobar en el clásico universal Jane Eyre.

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