La misteriosa novela de suspenso y terror original de Thomas Harris, El Silencio de los Corderos, también llamada el Silencio de los inocentes, publicada en 1988, fue una seducción no solo para sus lectores sino para la audiencia en las salas de cine durante su estreno en 1991, además de escandalizar el premio de la Academia en 1992 al ser una de las más galardonadas de la época.
Cautivar los cinco principales galardones en la entrega de la estatuilla dorada en los Óscar no fue tarea fácil, pero era inevitable pasar por desapercibido el filme de Jonathan Demme, quien para la noche del 30 de marzo de 1992 obtuvo los premios al mejor director, mejor película, mejor actriz (Jodie Foster), mejor actor (Anthony Hopkins) y al mejor guión adaptado.
El film de Demme no solo fue la tercera película en obtener los cinco premios principales de la Academia de Artes sino que además durante su estreno en la gran pantalla logró recaudar 272,7 millones de dólares en taquilla, en contraste con USD 19 millones de su presupuesto inicial, convirtiéndola en una de las películas más exitosas del año.
Para la Biblioteca del Congreso de Estados Unidos, la novela El Silencio de los Corderos es considera un logro cultural, histórico y estético, reconocimiento que llevó a la obra literaria a convertirse en la cinta original preservada por una de las mayores bibliotecas del mundo en 2011.