Madrid,

En los últimos años, las muestras que el Museo Nacional del Romanticismo programa en el marco del Festival PHotoESPAÑA vienen centrándose en la revisión de la historia de la fotografía desde una perspectiva de género, y continúa siendo así en la más reciente, dedicada a una autora apenas conocida fuera del contexto estadounidense: Alice Austen, quien además de ser una de las fotógrafas pioneras en su país, se sirvió conscientemente de la cámara como medio de reivindicación y activismo en favor de la libertad de las mujeres. En un sentido muy amplio: para moverse, para disfrutar, amar y ser.

Nacida en 1866 en Rosebank, Nueva York, en el seno de una familia acomodada que le aportó facilidades para el desarrollo de su actividad, Austen comenzó a fotografiar siendo muy joven: desde que a los once años recibió su primera cámara de su tío Oswald Muller, un capitán de marina que le ayudaría a crear su propio laboratorio de revelado; en él contaría también con las enseñanzas de otro de sus tíos, Peter Townsend, profesor de química. Desde entonces y hasta su fallecimiento, realizó en torno a 8.000 imágenes, cifra que nos da idea de su conciencia de la importancia de su trabajo: algunas tendrían cariz social, señalando los padecimientos de los inmigrantes ilegales llegados a América; otras retratan a sus acomodados vecinos en Clear Comfort, donde residió tras la separación temprana de sus padres; también llevó a cabo paisajes, desde los enfoques pictorialistas predominantes entonces, e imágenes centradas en sus amistades femeninas en el ejercicio de actividades entonces inhabituales en la representación de las mujeres, como el deporte, los momentos de diversión y disfraz.

Alice Austen: Deshacer el género. Museo Nacional del Romanticismo. Fotografía: Sonia Taravilla
Alice Austen: Deshacer el género. Museo Nacional del Romanticismo. Fotografía: Sonia Taravilla

En algunas de estas últimas composiciones, eje de la exposición del Museo del Romanticismo, aparece la que fue durante más de medio siglo su pareja, Gertrude Tate, con quien Austen convivió durante treinta años en su casa familiar hasta que una crisis económica les obligó a salir de ella. Tate regresó entonces con los suyos y la fotógrafa ingresó en una casa de acogida pública, dado el desacuerdo de sus cercanos a que convivieran juntas en otro lugar. El desalojo tuvo lugar en 1945 y Austen donó su archivo y sus pertenencias a la Staten Island Historical Society; como descendiente de los propietarios de una empresa de subastas, era consciente del valor de su legado. Gracias a esa previsión, el que fue su hogar se convirtió desde los sesenta en museo -ella había muerto en 1952- y, desde 1985, en un espacio dedicado a la historia de los derechos LGTB, con el nombre de Casa Alice Austen.

Los trabajos reunidos en San Mateo, por tanto, los brindó del todo la neoyorquina a mujeres en el ejercicio de libertades que, a fines del siglo XIX y principios del XX, no solían desarrollarse en espacios públicos ni alcanzar su plasmación en la fotografía, al menos en aquella divulgada: montan en bici, practican tenis, ríen, cultivan una fraternidad de la que a veces excluían, intencionadamente, a los hombres, o se disfrazan con cierta irreverencia.

Alice Austen. Daisy Elliott with a Bycicle, hacia 1895. Collection of Historic Richmond Town, Alice Austen Photograph Collection
Alice Austen. Daisy Elliott with a bycicle, hacia 1895. Collection of Historic Richmond Town
Alice Austen. Miss Elliott in pose, 1893. Collection of Historic Richmond Town
Alice Austen. Miss Elliott in pose, 1893. Collection of Historic Richmond Town

Encontraremos en estas escenas a pioneras del deporte femenino en Estados Unidos; su desarrollo, por cierto, favoreció la transformación de la vestimenta de las mujeres hacia una mayor comodidad. Una de ellas es Delia Marie Elliott, directora de un gimnasio sin varones en Manhattan que, atendiendo al New York Times, en 1895 ofrecía clases nocturnas para las mujeres de negocios; otras son sus propias vecinas, que crearon el Ladies Tennis Club of Clifton. En ese deporte, el tenis, parece que Austen fue toda una maestra. Veremos también a Maria E. Ward, impulsora de una publicación llamada Bicycling for Ladies, que recogía imágenes de mujeres sobre ruedas de Austen que podemos imaginar como verdaderos emblemas de la autonomía femenina en época victoriana. Las fotografías se acompañaban de textos en los que Ward no solo daba instrucciones a quienes no supieran montar, también explicaba aspectos técnicos de las bicis, cómo arreglarlas y mantenerlas: práctica deportiva e independencia quedaban en este libro estrechamente enlazadas.

El resto de las imágenes que integran esta muestra, titulada “Deshacer el género”, presentan a Austen y sus compañeras en casa de la fotógrafa y, fundamentalmente, celebrando su compañía y sus nulos prejuicios: disfrazadas (también de hombres o de monjas), compartiendo cama a tres, riéndose de las inscripciones en los pedestales, fumando o fabulando identidades.

Alice Austen. The Darned Club, 1891. Collection of Historic Richmond Town
Alice Austen. The Darned Club, 1891. Collection of Historic Richmond Town
Alice Austen. Trude & I Masked, Short Skirts, 1891. Collection of Historic Richmond Town
Alice Austen. Trude & I Masked, Short Skirts, 1891. Collection of Historic Richmond Town

La conciencia de esta autora del poder reivindicativo de la foto y el tratamiento en su trabajo de su homosexualidad enlaza esta exposición con la que el Círculo de Bellas Artes brinda, en estas mismas fechas y dentro también de la programación oficial de PHotoESPAÑA, a las noruegas Marie Høeg y Bolette Berg, contemporáneas de Austen. Comprometidas con los derechos femeninos, e impulsoras del voto de la mujer, también se retrataron subvirtiendo roles de género junto a sus amigos y hermanos.

La divulgación, solo reciente, del trabajo de todas ellas pone de relieve que es previsible que que quede mucho por investigar en torno a la labor de las primeras fotógrafas; así lo ha recalcado hoy Claude Bussac, quien ha anunciado que abandona la dirección de PHE tras diecisiete años al frente del Festival.

Alice Austen. Julia Martin, Julia Bredt and self dressed up, sitting down, 1891
Alice Austen. Julia Martin, Julia Bredt and self dressed up, sitting down, 1891

 

 

“Alice Austen. Deshacer el género”

MUSEO NACIONAL DEL ROMANTICISMO

c/ San Mateo, 13

Madrid

Del 30 de mayo al 3 de septiembre de 2023

 

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