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El cineasta brasileño Carlos Saldanha dirige Harold y el lápiz mágico, una fantasía familiar para los más pequeños.

Aunque se trata de una adaptación libre, la película toma como punto de partida el libro del mismo nombre escrito por Crockett Johnson en 1955.

Tras su estreno veraniego en Estados Unidos, en el que no funcionó nada bien en taquilla, la cinta busca una segunda oportunidad en las salas españolas a partir del próximo 8 de noviembre.

  • Dirección: Carlos Saldanha
  • Reparto: Zachary Levi, Zooey Deschanel, Lil Rel Howery, Benjamin Bottani, Jemaine Clement, Tanya Reynolds
  • Música: Batu Sener

Dentro de su libro, el aventurero Harold (Zachary Levi) puede hacer que cualquier cosa cobre vida simplemente dibujándola. Cuando crece y se dibuja a sí mismo fuera de las páginas del libro en el mundo verdadero, Harold descubre que tiene mucho que aprender sobre la vida real, y que su fiel lápiz mágico puede desencadenar las travesuras más divertidas que jamás hubiera imaginado.

Cuando el poder de la imaginación sin límites cae en manos equivocadas, Harold y sus amigos necesitarán toda su creatividad para salvar tanto el mundo real como el suyo propio.

«Harold y el lápiz mágico» es la primera adaptación cinematográfica del querido clásico infantil que ha cautivado a jóvenes lectores durante décadas.

Crítica de Harold y el lápiz mágico

Aunque pueda parecer mentira, el proyecto de adaptar la historia de Johnson para la gran pantalla empezó en 1994. Treinta años de reescritura de guiones y baile de directores hasta acabar en las manos del animador Carlos Saldanha.

Cuando uno es consciente de todos los esfuerzos que ha costado conseguir que esta película llegue a los cines, no puede sino lamentar el resultado final de tanto empeño. Más allá de su aspecto visual, que tampoco es un ejemplo de virtuosismo, la película no ofrece demasiado a lo que agarrarse.

El material original no daba para un largo

Os invito a buscar el libro infantil para que os hagáis una idea. Es una preciosa historia sobre la imaginación contada de una manera muy infantil y sencilla en la que no hay una trama argumental más allá de la de un niño pequeño emprendiendo un camino en el que va dibujando cosas hasta llegar a su cama para dormir.

Un clásico de la literatura que ha acompañado a varias generaciones, pero que, a priori, no parece el material más indicado sobre el que articular un largometraje de acción real. De hecho, teniendo en cuenta que Saldanha tiene una gran trayectoria en la animación trabajando para la, ya desaparecida, Blu Sky con películas como La edad del hielo, Ferdinand (por la que fue nominado al Oscar) o Río, hubiera tenido más sentido realizar una cinta de dibujos animados.

El equipo detrás de Harold y el lápiz mágico se une a ese grupo de cineastas que tiene la extraña afición de elegir puntos de partida cuanto menos sorprendentes como material cinematográfico. Recordemos que Piratas del Caribe salió de una atracción de Disneyland, Angry birds era una aplicación de móvil, Fast and Furious tomó su título y su inspiración del artículo de una revista y Battleship era un popular juego de mesa creado en 1931.

Un guion demasiado infantil

La fórmula está más que estudiada. Si quieres que una película familiar funcione en taquilla tienes que ofrecerle algo a los espectadores más maduros. Al fin y al cabo, ellos son los que pagan las entradas.

Si pensamos en las películas de animación más exitosas de los últimos tiempos, todas ofrecen historias visualmente atractivas para los más pequeños, acompañadas de lecturas o guiños para el público adulto.

Harold destroza esa máxima y convierte la historia en algo tan infantil que solo los de corta edad pueden disfrutarla. El guion de Michael Handelman y David Guion (no es un chiste, se llama así y es el responsable de cintas como El país de los sueños o la tercera parte de Noche en el museo) deja fuera a toda persona que lleve más de cinco años sin usar pañales.

El hecho de que Harold pueda hacer realidad cualquier cosa con su lapicero morado hace que nos planteemos constantemente el porqué de sus decisiones.

Un reparto malgastado a base de muecas

Cuando una película se convierte en algo eminentemente paródico, el elenco se ve obligado a adaptar su actuación a ese contexto. La lista de nombres participantes en un proyecto así es llamativa: Zachary Levi (¡Shazam! La furia de los dioses. 2023) , Lil Rel Howery (Get Out. 2017), Zooey Deschanel (New girl. 2011-18), Jemaine Clement (Avatar: El sentido del agua. 2022) y Tanya Reynolds (Sex Education. 2019-23).

Todos ellos parecen obligados a sobreactuar, hacer muecas histriónicas y acompañar su interpretación de movimientos gestuales más llamativos que los del famoso Art el payaso.

Ese es otro de los grandes problemas que tiene la película, infravalorar al público infantil. Todo el elenco se comporta como lo haría un adulto hablando con un bebé cuando piensa que nadie le está mirando.

Conclusión de Harold y el lápiz mágico

Carlos Saldanha se encuentra con el engorro de levantar un proyecto que lleva más de treinta años cocinándose. El catastrófico resultado no está a la altura del clásico de la literatura infantil en el que se basa.

Con un guion demasiado infantil, que llega a sonrojarnos, y un elenco histriónico y sobreactuado, la única forma de que Columbia Pictures recupere el dinero invertido en la producción de la película es que Harold empiece a pintar billetes de quinientos con su lapicero morado.

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