La pintura tiene efectos muy positivos en la salud y la calidad de vida de las personas mayores.

Entre sus beneficios se encuentran la mejora de la capacidad de concentración, la paciencia, la perseverancia y la disciplina y el aumento de la creatividad. Se trata de una comunicación no verbal ideal para interactuar con los más mayores, a quienes a veces les resulta más difícil transmitir mediante el lenguaje. Además, existen muchas modalidades: a lápiz, óleo, acrílico y carboncillo.

En este sentido, en algunas ocasiones, es muy bueno que estas actividades se realicen en grupo ya que, para muchas personas, el aislamiento y la soledad son dos elementos muy presentes, así pueden conocer gente nueva, socializar y compartir sus problemas.

 Asimismo, formar parte de un grupo provoca una sensación de alivio y un acercamiento a la comunidad muy gratificante. Sin embargo, estas no son las únicas ventajas que aporta la pintura a la tercera edad.

Por otra parte, cuando una persona se encuentra en un estado nervioso, de ansiedad o de tensión severo, la pintura puede actuar como un relajante natural y mejorar dicha condición. Además, puede ayudar a disminuir los temblores y a recuperar la precisión manual. Cuando uno trabaja en su propia obra de arte, la satisfacción, la emoción y el orgullo fomentan el aumento de tu autoestima.

Pintar es una forma de expresión, es decir, nos ayuda a comunicarnos. Por eso, es una actividad altamente recomendada en personas con discapacidad o problemas de comunicación. También puede ser muy eficaz en casos de extrema timidez o cuando no puedes expresar tus sentimientos con facilidad.

Con información de nota de prensa

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