Se trata de una construcción al estilo neogótico que empezó siendo una iglesia que quedó destruida por el terremoto de 1812 y que, por decreto ejecutivo, pasó a ser reconstruida y elevada a la noble misión de servir de espacio de reposo para los héroes de la patria
DAT.- El Panteón Nacional es una edificación de estilo neogótico, propia del siglo XIX, ubicada en la Parroquia San José de la ciudad Caracas, y donde, desde 1875, reposan los restos de varios personajes ilustres y héroes que desempeñaron un rol protagónico en el logro de la Independencia de Venezuela. ¿El más destacado? El Libertador Simón Bolívar.
Explica Camilo Ibrahim Issa que la estructura principal de este monumento histórico se erige en los terrenos que antes ocupaba la Iglesia Santísima Trinidad, obra construida a finales del siglo XVIII por el albañil Juan Domingo del Sacramento Infante. Tras el terremoto de 1812, gran parte de este templo se destruyó.
Fue el Presidente Antonio Guzmán Blanco quien décadas después, un 27 de marzo de 1874, ordenó la reconstrucción de la iglesia, pero decretando que pasase a ser un Panteón Nacional. Así las cosas, en 1876 quedó oficialmente inaugurada la obra con el traslado de los restos mortales del Libertador.
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Camilo Ibrahim Issa: Características de un ícono histórico
El Panteón Nacional es un lugar para rendir honor a héroes y personalidades que han contribuido al país. Asimismo es una ventana para conocer las distintas pinturas y monumentos representativos de los siglos XIX y XX, así como los diferentes estilos arquitectónicos presentes.
Aparte del Libertador, los primeros personajes ilustres de la historia venezolana en ser enterrados en el lugar fueron Francisco Rodríguez del Toro e Ibarra, Manuel Ezequiel Bruzual, Juan Crisóstomo Falcón, José Gregorio Monagas y Ezequiel Zamora.
Luisa Cáceres de Arismendi fue la primera mujer cuyos restos ingresaron al recinto, y luego se le unieron Manuela Sáenz, Teresa Carreño, Teresa de la Parra, Josefa Camejo, Juana La Avanzadora y, de manera simbólica, la Negra Matea, la cacique Apacuana y la Negra Hipólita.
Arquitectónicamente hablando, la estructura es una fiel representante de lo que fue el estilo que dominaba la escena criolla para la época, destacando por características como:
- Monumentos y cenotafios: El recinto tiene 11 monumentos elaborados en mármol carrara negro y blanco. Tres de ellos son cenotafios, que son sepulcros que no contienen el cadáver del personaje a quien se dedica. Estos son los consagrados al General Francisco de Miranda (obra del escultor italiano Julio Roversi), a Antonio José de Sucre (realizado por el español Juan Bautista Sales Ferré), y a Andrés Bello (cuyo autor es escultor hispano-venezolano Manuel de la Fuente).
- Lámpara de cristal de Baccarat: Este elemento fue donado por la asociación de agricultores de Caracas por la celebración del Centenario del Nacimiento de Simón Bolívar. Fue exhibida en la Gran Exposición de París. Posee cuatro mil piezas de cristal y 230 luces. Fue armada por Ferdinand Regnauld y el arquitecto Juan Hurtado Manrique, quienes junto con el ingeniero Tomas Soriano dirigieron su colocación.
- Obras de Tito Salas: El gran pintor fue el encargado de la decoración del recinto, donde actualmente se encuentran 17 de sus pinturas. Se destacan ‘La Apoteosis de El Libertador’, ‘Alegoría de la libertad de los esclavos’, ‘Fundación de Caracas’, ‘Juramento de Bolívar en el monte Sacro’, entre otros.
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De las reformas y el Mausoleo del Libertador
El Panteón Nacional, a lo largo de su rica historia, ha sufrido algunos procesos de reformas y remodelaciones. Uno de los primeros (y quizás el de mayor envergadura) fue el que se organizó para 1930, con motivo del centenario de la muerte del Libertador, y en el que se modificó radicalmente la fachada y el estilo de la obra.
La reforma integral incluyó una torre central, dos torres laterales, nuevos pórticos y acabados interiores y exteriores, ornamentos y reparaciones varias.
Luego siguieron años de retoques más específicos en cuanto a pintura, colocación de lozas de mármol o mantenimiento (y construcción) de monumentos.
La gran adición al Panteón Nacional vino con el levantamiento del Mausoleo del Libertador, el cual fue inaugurado en 2013 y pasaría a ser la tumba oficial de Simón Bolívar. Ambas estructuras se unen mediante un pasillo.
El Mausoleo tiene forma de rampa en ascenso. Está cubierta por cerámicas de color blanco, traídas de España. Además, tiene granito negro procedente de Sudáfrica y acero corten de Estados Unidos. Abarca 2.000 metros cuadrados y cuenta con una capacidad para 1.500 personas.
(Con información de Camilo Ibrahim Issa)