Uno de los más reconocidos pintores del siglo XIX nació en Santo Tomás en el año 1830, isla que por aquel entonces se encontraba bajo la tutela de Dinamarca. A los doce años Camille Pissarro fue llevado a París para educarse en la capital francesa, sin imaginar que cinco años más tarde estaría de regreso en el Caribe.

De vuelta en Santo Tomás, donde su familia había dispuesto que debía convertirse en comerciante, Camille Pissarro consiguió el estímulo de Fritz Melbye para desarrollar su carrera como artista a pesar de la rotunda oposición de su familia en apoyar su carrera como artista.

Es así como Pissarro llega a Venezuela en el año 1852, país en el que las artes parecen desarrollarse en paralelo con la ciencia y como apoyo a las observaciones de la flora y la fauna. Así, Pissarro comienza a trabajar de la mano de Melbye con la recreación de escenas paisajísticas.

Durante su permanencia en Caracas, Pissarro documentó escenas de la ciudad, en las que ya comenzaba a atisbarse sus inclinaciones por la pintura social, un género que cultivaría a lo largo de su carrera.

De regreso en París en el año 1854, se dedica a una pintura realista donde puede apreciarse la notable influencia del trópico. Durante su permanencia en Venezuela, desarrolló más de 400 dibujos.

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