El colorido y la gran expresividad
del Bordado de Isla Negra se aprecian y cautivan por estos días en la
página de inicio del sitio web de la Bienal de Arte de Venecia, la que
abrirá las puertas al público con una exhibición que se alinea bajo el concepto
de Extranjeros por todas partes. 

En su edición número 60 la muestra
contempla dos grandes secciones, denominadas como el Núcleo Contemporáneo y el
Núcleo Histórico. 

Este último reúne obras del siglo XX procedentes de América
Latina, África, Oriente Medio y Asia y es precisamente en él donde el colosal
textil del Colectivo de Bordadoras de Isla Negra –elaborado por nueve
artistas para la inauguración de la UNCTAD III, en 1972- llama la atención.

La arpillera de hilos de lana natural y
sintética fue escogida por el propio curador del certamen, el brasileño Adriano
Pedrosa -primer latinoamericano en asumir este cargo-, quien también seleccionó
obras de Camilo Mori, María Aranís y Celia Leyton pertenecientes
al Museo Nacional de Bellas Artes, y de Laura Rodig, del Museo Gabriela
Mistral de Vicuña. 

“La presencia del Bordado de Isla Negra en
esta muestra no solo confirma el inmenso valor patrimonial que éste tiene como
testigo de uno de los capítulos de nuestra historia país, sino que también
reafirma que se trata de un tesoro de la humanidad. 

Esto por su gran belleza y
dimensiones y también por sus orígenes e historia.

Se trata de una pieza de arte única,
confeccionada por un grupo de talentosas artesanas. Todos estos elementos
fueron reconocidos por la Bienal de Venecia, quien hoy la sitúa como una de las
grandes protagonistas del Arsenale-Corderie, uno de sus espacios”, reconoce
desde la ciudad italiana Felipe Mella, director ejecutivo de
GAM.  

El mural de 7,74 m de ancho y 2,30 m de
alto retrata las labores del valle central de Chile de mar a cordillera y llega
a Venecia tras un viaje digno de contar. 

La confección de arte popular formó
parte, junto a creaciones de artistas y artesanos renombrados, como Mario
Toral, Roser Bru, Gracia Barrios y Alfredo Manzano, entre otros, de la
colección de arte de la emblemática construcción del gobierno de Salvador
Allende.  

Pero al igual que 18 de las 35 de esas
piezas, ésta también se perdió tras el golpe de Estado de 1973, desconociéndose
su paradero hasta que fue reconocida en un documental por una familia que la
adquirió en el persa Bio Bío en los años ochenta.

 Luego de eso, la obra fue
devuelta y restaurada en 2022.

A propósito de su inclusión en la
exposición central de la Bienal de Venecia y del reciente lanzamiento del nuevo
capítulo del podcast Relato Nacional sobre su recuperación, GAM abrirá un
espacio de diálogo para reflexionar sobre la historia de despojo y rescate de
esta pieza patrimonial.

El conversatorio reunirá a Miguel
Lawner, Premio Nacional de Arquitectura; Bruno Salas, cineasta y director
del documental Escapes de gas y Carolina Morales, restauradora del
bordado.

La instancia se realizará el próximo
miércoles 24 de abril,a mediodía con un conversatorio abierto al público y
moderado por el periodista Pedro Bahamondes. Gratis previa
inscripción en gam.cl. Sala
C1 (edificio B, piso —1). 

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