Las Torres Colón, levantadas hace cuatro décadas en el centro de Madrid por Antonio Lamela, son según expertos, una muestra única de arquitectura suspendida. Por eso, el Ayuntamiento de Madrid está estudiando incluirlas en el catálogo de edificios protegidos de la ciudad tras la petición hecha por el Consejo Regional de Patrimonio Histórico.

Aunque la decisión no está tomada, este proceso se deberá tener en cuenta en la reforma prevista para este mismo año por el dueño del inmueble (Mutua Madrileña), ya que los cambios podrían requerir el dictamen de la comisión de patrimonio del Consistorio.

Este tipo de construcciones son también auténticas obras de ingeniería de Antonio Lamela, quien contó con la ayuda de la oficina del ingeniero Carlos Fernández Casado en las que se empieza, literalmente, la casa por el tejado.

“Su valor arquitectónico, del que su sistema estructural es parte indiscutible y esencial, además de su proyección nacional e internacional, merece ser reconocido como parte del patrimonio arquitectónico madrileño”, dice la página web de la Asociación para la Protección de las Torres Colón, cuya iniciativa respaldan numerosas entidades profesionales y académicas, entre otras, el Consejo Superior de los Colegios de Arquitectos de España, además de la asociación de protección de patrimonio Hispania Nostra.

Vale destacar, que Lamela es uno de los arquitectos más importantes de su generación, fallecido el año pasado lo ha tenido en cuenta el Consejo Regional de Patrimonio Histórico, órgano colegiado dependiente de la Consejería de Cultura de la Comunidad de Madrid, a la hora de tomar la decisión de “instar al Ayuntamiento de Madrid a que las denominadas Torres Colón se incluyan en el catálogo de bienes y espacios protegidos de Madrid”.

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