Con la llegada de Donald Trump al poder, una de las principales preocupaciones de los habitantes estadounidenses es qué ocurrirá con los inmigrantes en la nación norteamericana y hasta dónde llegará la intolerancia racial en un país que, pese a haber tenido su primer presidente negro en toda la historia, no termina de aceptar su riqueza étnica.
Como acotó Meryl Streep en su mencionado discurso al recibir un premio honorífico en la más reciente edición de los Globo de Oro, Hollywood no sería lo mismo sin la diversidad. La actriz, considerada una de las más grandes de la industria estadounidense, hizo mención a todos los actores y actrices extranjeros que se encontraban en la sala aquella noche, agradeciendo el aporte que han hecho a la industria.
Justo el año pasado los premios de La Academia estuvieron empañados por una desafortunada “coincidencia”, cuando ningún actor de ascendencia afroamericana apareció en la lista de nominaciones, a pesar del notable trabajo de personalidades como Samuel L. Jackson, los encargados de escoger a los candidatos simplemente obviaron el aporte de los de raza negra, ganándose el boicot de muchos.
Este año se espera una entrega de los Oscars más incluyente, pero a la vez sigue existiendo el temor de los cambios que pueda implementar la política de Trump desde la Casa Blanca. Aunque Obama y su esposa hicieron mucho énfasis en defender la diversidad en su último discurso, muchos temen que el resentimiento del republicano cale en las personas.