Considerado como el Premio Nobel de la Arquitectura, el Premio Pritzer condecora en este 2016 al chileno Alejandro Aravena, convirtiéndolo de esta forma en el primer chileno y en el cuarto latinoamericano en recibir tan prestigioso galardón.

En una ceremonia que tendrá lugar este lunes en la cosmopolitan ciudad de New York, Aravena resaltará su carácter pionero al ser capaz de diseñar obras poderosas y abordar desafíos claves del siglo XXI.

El jurado ha destacado la genialidad de su obra, que según su criterio “ofrece una oportunidad económica para los menos privilegiados, mitiga los efectos de los desastres naturales, reduce el consumo de energía y proporciona espacio público acogedor”.

Aravena ha creado diferentes proyectos que van desde viviendas unifamiliares hasta grandes edificios institucionales, fusionando los materiales de construcción con la poesía y el poder de la arquitectura para comunicarse en muchos niveles.

Entre sus construcciones más resaltantes están la Universidad Católica de Santiago de Chile, las Torres Siamesas, la Facultad de Medicina y la Escuela de Arquitectura.

Actualmente el arquitecto chileno está construyendo en China un edificio de oficinas para la compañía de salud Novartis, al tiempo que se desempeña en paralelo como director ejecutivo del estudio elemental del que son socios Gonzalo Arteaga, Victor Oddó y Diego Torres.

La entrega del Premio Pritzker 2016 estará empañado este año por la despedida física de la arquitecta irakí, Zaha Hadid, galardonada como la primera mujer en recibir este premio en el año de 2004 y quien se despidió de las curvas y las estructuras terrenales el pasado jueves.

 

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