El poeta polaco Adam Zagajewski  se impuso ante autores como Javier Marías, David Mamet y Juan Mayorga, consiguiendo el Princesa de Asturias de las Letras 2017 gracias al sentido ético de su obra, en la que se percibe la tradición occidental mediante el manejo de tópicos como los quebrantos del exilio.

Darío Villanueva, presidente de la Real Academia Española (RAE), destacó además el extenso trabajo que Zagajewski ha dedicado a la creación literaria y su legado memorialístico, manifestándose a través de géneros como la poesía y el ensayo. El jurado ha coincidido en que la obra poética del polaco inspira a una tradición literaria que comprenden autores como Rilke y Antonio Machado, entre otros.

A lo largo de su vida, este autor nacido en Lwów, ha trabajado con géneros como la poesía, la novela y el ensayo. En la década de los setenta se sumó a las filas del grupo de disidentes polacos llamado Teraz, publicando en el año 1972 su primer poemario Comunicado, al que le siguió una novela: Caliente y frío.

Fue censurado por la Polonia comunista gracias a la publicación del poemario Carnicerías, un libro del año 1975 en el que manifestaba sus ideas políticas. En paralelo con esta publicación, escribía de forma clandestina en la revista Zapis, el principal medio de difusión de las consignas e ideas de la oposición democrática polaca.

Zagajewski fue el principal representante de la generación del 68, un movimiento literario que contó con autores que manifestaban un férreo compromiso político. El autor ganador del Princesa de Asturias creó los lemas de este grupo. Trabajó durante algunos años desde la capital francesa y en Houston, Estados Unidos.

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