Los artistas suelen ser excéntricos y extravagantes, e incluso polémicos al crear obras que se salen de lo común o utilizar materiales inusuales. Esto último es el caso de la artista Teresa Correa, que realizó una escultura confeccionada con huesos humanos, cuya procedencia no ha aclarado.

La creación expuesta en la sala de San Antonio Abad del CAAM de Las Palmas de Gran Canaria lleva por nombre «Umbral 2017», y ha sido denunciada por varios críticos por «irrespetar» la Historia y el pasado. La pieza fue diseñada como un pozo sin ningún patrón, con el único objetivo de exhibir lo que queda del ser humano al morir.

El material óseo procede del Museo Canario y llegó a ese lugar en el año 1940, recibiendo su empleo para esta escultura el reclamo por parte de arqueólogos, historiadores y otros expertos, entre ellos Julio Cuenca, el antiguo director de esta entidad artística, a la que entre otras cosas acusa de no haber solicitado ningún permiso para su aplicación.

«El Museo no es quién para entregar restos humanos a nadie y que los manipule para una escultura de dudoso gusto«, añadió Cuenca.

Por otro lado, el historiador de la Universidad de La Laguna, José Farrujia, opina que la artista canaria olvidó «su responsabilidad social y moral» y viola la Ley de Patrimonio Histórico de Canarias, cuestionando si Correa haría lo mismo con «los huesos de sus abuelos o bisabuelos». Además, aseguró que la mujer ya había realizado una exposición con restos humanos.

La pieza tiene forma de pozo con patrón indefinido

 

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