Hace 15 años, en una semana como esta que está por terminar, se estrenó en los cines de todo el mundo El Señor de los Anillos: La Comunidad del Anillo, una película fantástica (en el sentido más literal de la palabra) que terminó de convertir en leyenda a un talentoso, atrevido, soñador y ambicioso realizador neozelandés llamado Peter Jackson.

Fue este jovial director-productor-guionista, nacido en Pukerua Bay (Nueva Zelanda) un 31 de octubre de 1961, el que movió cielo y tierra para poder filmar una trilogía épica que todos (menos él) aseguraban era imposible de realizar. Fue Jackson y solo Jackson el encargado de ponerle fe y corazón de entrada a un proyecto que nadie se atrevía a tocar. Fue él quien finalmente se puso manos a la obra y terminó por crear una de las sagas cinematográficas más aclamadas y laureadas de la historia… En resumen: Fue Peter Jackson la razón de ser de la hoy adolescente El Señor de los Anillos.

¡Y pensar que todo comenzó gracias a King Kong!… ¿Cómo así? Pues cuenta la historia que, a los 9 años de edad, Jackson se enamoró del cine luego de ver la icónica película del gorila gigante. Fue allí, precoz y tajantemente, cuando decidió su futuro. Pronto sus padres colaboraron en su ambición y le compraron una cámara de video que Peter supo aprovechar muy bien a través de la realización de cortometrajes.

Ya en 1987 escribió, produjo y dirigió su primer largometraje como tal, Mal Gusto, el cual le ganó un nombre en Cannes y se transformó en clásico de culto por su desparpajada historia gore de extraterrestres invasores. Luego, en 1989, volvió a sus andanzas con un filme cargado de humor negro y marionetas viciosas llamado El Delirante Mundo de los Feebles (sorpresa: otro clásico de culto).

Y hablando de cine de culto… ¡A la tercera fue la vencida! Ya Peter Jackson era un nombre establecido por derecho propio, pero es que con la comedia-horror gore Braindead (o Dead Alive) de 1992 se pasó. Entonces sí que su reputación despuntó y se elevó a terrenos antes inalcanzados… Pero faltaba algo: Los premios y galardones de la gran industria.

Eso llegó con su cuarto filme, Criaturas Celestiales (1994). Esta producción relativamente convencional (que se basó en hechos de la vida real y que no dejó, sin embargo, de tener el toque satírico propio de Jackson) le valió al realizador neozelandés obtener el León de Plata (Mejor Director) del Festival de Cine de Venecia, así como su primera nominación a los Premios Óscar (Mejor Guion).

En 1995 y 1996 estrenó los filmes La Verdadera Historia del Cine y The Frighteners, respectivamente, y entonces (volvemos al inicio) se embarcó en el proyecto que marcó su vida para siempre: El Señor de los Anillos.

En 1997 comenzó todo un larguísimo proceso de producción que no paró hasta el estreno de la primera parte de la trilogía (La Comunidad del Anillo) en diciembre de 2001, y que tampoco se detuvo hasta que vieron la luz la segunda parte (Las Dos Torres-2002) y la tercera (El Retorno del Rey-2003).

En conjunto, la saga estuvo nominada a 30 Premios Óscar, ganando 17 de ellos (incluido el galardón de Mejor Película, Mejor Director y Mejor Guion para El Retorno del Rey en la ceremonia de 2004). Y no solo la Academia de Estados Unidos honró a Jackson por su serie fantástica. Los BAFTA y los Golden Globes también llovieron, así como otros muchos laureles más (amén de una recaudación conjunta de más de 2,9 billones de dólares).

¿Qué podía venir después de semejante éxito? ¡King Kong! Peter Jackson hizo realidad otro sueño al hacer su propia versión de este clásico en 2005 y, por supuesto, la crítica y los fanáticos volvieron a rendirse a sus pies… Luego, el neozelandés decidió que era tiempo de parar el trote y se alejó de los focos principales de la industria por un buen tiempo.

Volvió en 2009 con dos bombazos: District 9 (película de ciencia ficción nominada al Óscar en la que fungió únicamente como productor) y The Lovely Bones (exquisita adaptación del best seller de Alice Sebold).

Entre los años 2012 y 2014 estrenó otra trilogía basada en la obra de Tolkien, El Hobbit, aunque esta vez la crítica no le dio la derecha con la misma vehemencia que la última vez que había visitado la Tierra Media (la crítica nada más, porque la taquilla sí que respondió otorgándole a Un Viaje Inesperado, La Desolación de Smaug y La Batalla de los Cinco Ejércitos una recaudación conjunta por encima de los 2,9 billones de dólares).

Desde entonces no se ha sabido más de Peter Jackson en el sentido cinematográfico de la frase… ¡Y no por falta de proyectos, obvio, porque una mente como la suya no hace otra cosa sino trabajar y trabajar!… Por ahora, se está tomando su tiempo para develar su próximo movimiento y, conociendo al personaje, nadie duda que será un gran acontecimiento, tal como hace 15 años fue el estreno de El Señor de los Anillos: La Comunidad del Anillo.

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