Cuando Game of Thrones (Juego de Tronos) debutó en 2011, Jaime Lannister (Nikolaj Coster-Waldau) era visto como un villano. Sin embargo, el formidable ‘Kingslayer’ evolucionó: perdió una mano, se hizo amigo y además salvó a su enemiga, Brienne de Tarth; y desarrolló matices de moralidad que lo llevaron a cuestionar los motivos de su hermana hasta el punto de abandonar el Desembarco del Rey. Para el final de la séptima temporada, si no antes, este personaje se había convertido en el favorito de muchos fanáticos de la serie.

En esa evolución, y especialmente en la séptima temporada, Nikolaj Coster-Waldau dejó ver su mejor trabajo llevándolo finalmente a una nominación al Emmy como Mejor Actor de Reparto en una Serie de Drama.

Cabe destacar que es uno de los cuatro nominados al espectáculo este año, junto a sus principales socios de escena, Peter Dinklage (Tyrion Lannister), Lena Headey (Cersei) y Dame Diana Rigg (Olenna Tyrell), con quien comparte uno de los mejores momentos de la mencionada temporada.

En una conversación con Entertainment Tonight (ET), el actor repasó varias escenas que requirieron mucho esfuerzo para su personaje como en “The Queen’s Justice”, cuando le ofrece a Olenna una muerte rápida e indolora mediante veneno que ella toma no sin antes confesar haber matado a Joffrey, dejando a Jaime Lannister completamente desprevenido.

 

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